La Sociedad Coral de Bilbao se fundó en 1886 en un momento en el que la Villa tomaba un gran impulso en su desarrollo y crecimiento. Fruto de la transformación que Bilbao estaba experimentando es también la creación de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación y la Universidad de Deusto en ese mismo año. El ámbito económico, cultural y académico tendrá, desde entonces, a tres grandes protagonistas en la Villa, siendo señas de identidad de un Bilbao moderno. El Ayuntamiento de Bilbao quiso reconocer a las tres instituciones sus grandes aportaciones durante su dilatada historia, otorgándoles la Medalla de Oro de la Villa en el año 2006.
Desde aquellos inicios, la Sociedad Coral de Bilbao ha tenido entre sus objetivos la innovación en el ámbito coral. Tras muchos intentos y alguna experiencia anterior, en 1905 las mujeres entraron en el coro, lo que permitió a la Coral afrontar toda clase de partituras del repertorio polifónico.
Continuando con su carácter innovador, la Coral fue uno de los promotores en la creación de la “lírica vasca” y uno de sus principales impulsores. Realizaron el encargo de distintas obras a varios jóvenes compositores del momento, como Jesús Guridi, José Mª Usandizaga o Charles Colin entre otros. Los estrenos de estas óperas supusieron un gran acontecimiento musical y títulos como “Mirentxu”, “Mendi-Mendiyan” y “Amaya” han quedado para siempre en el catálogo lírico universal.
Se atrevieron con los nuevos aires procedentes de Europa, por lo que se empeñaron en estrenar numerosas obras del repertorio internacional que se oirían por primera vez en el estado. En este sentido, resultó un gran acontecimiento el estreno del “Requiem” de Verdi efectuado el 11 de abril de 1934 en la Sociedad Filarmónica. La Coral, junto a la Orquesta Sinfónica de Bilbao, interpretó esta hermosa partitura.
Su continua apuesta por trabajar con la vanguardia le ha llevado durante estos últimos años a ser uno de los primeros coros en experimentar con La Fura des Baus en espectáculos sorprendentes, donde las voces del coro se acoplaban a la perfección con una espectacular escenografía. “El martirio de San Sebastián” de Claude Debussy, con Miguel Bosé como principal intérprete en el Teatro Arriaga, o la impresionante puesta en escena del montaje “Ecos” en la explanada de Zorrozaurre ante 30.000 personas, son muestra de ello.
TRES FORMACIONES CORALES
Sin duda, el gran patrimonio de la Sociedad Coral está en sus coralistas, que integran sus tres formaciones corales. Por un lado, el coro mixto de adultos llamado Coral de Bilbao que, a las órdenes de Julio Gergely, trabaja el amplio repertorio sinfónico-coral, haciendo algunas incursiones en la lírica y alternando la programación con distintos programas polifónicos. Por otra parte, el coro juvenil o Coro Euskeria de la Coral de Bilbao, dirigido por Urko Sangroniz, aborda con igual seguridad partituras del barroco o renacimiento como los más novedosos temas o estilos de nuestros días. Por último, está la formación infantil integrada por 60 niños y niñas, todos ellos alumnos del centro de enseñanza musical que tiene la propia Coral de Bilbao. José Luis Ormazabal está al frente de esta cantera infantil. Cada uno de los coros desarrolla una intensa actividad de manera simultánea y, en ocasiones, de forma conjunta cuando el programa a interpretar así lo exige.
Un nuevo reto supuso la participación, el pasado año, en el Bilbao BBK Live. La formación juvenil, acompañada por una banda de rock, interpretó una selección de los temas más conocidos de los grupos participantes en esa edición del Festival. Esta vez, el músico José Luis Canal fue el encargado de realizar la adaptación de las obras originales para coro. La experiencia resultó más que sorprendente. Tanto es así que, en esta ocasión, volverán al cartel del Bilbao BBK Live con un programa formado por adaptaciones de los títulos más famosos de las bandas más destacadas que han pasado en los 10 años que, en esta edición, alcanza este certamen de rock internacional.
La Sociedad Coral desarrolla una intensa labor de acercamiento a la música a los niños desde la infancia: colonias de música en el mes de Julio y una intensa actividad académica a lo largo del curso escolar con la doble posibilidad de realizar la enseñanza de forma reglada hasta el grado profesional, o bien de forma más lúdica y no reglada en la Escuela de Música. De ambas maneras, les permite mostrar lo importante que puede ser en la formación de las personas adquirir un conocimiento musical. No son únicamente el desarrollo de facultades intrínsecas a la música como la sensibilidad auditiva, el ritmo o la motricidad; hay otros conceptos como la constancia en el trabajo, la autodisciplina, el esfuerzo continuado, la presencia ante el público, etcétera, que son valores que el estudio de la música aporta a la formación integral de las personas y que desde la Coral se ofrece con muy buenos resultados desde hace más de 30 años.