Situados a estas alturas como un referente para el rock duro estatal tras una carrera coherente y concienzuda iniciada a mediados de los noventa, el cuarteto madrileño lanza un nuevo trabajo envuelto en un halo de frío que pronto se transforma en intenso ardor. Sôber tienen la fórmula de la intensidad y la virtud de saber crear pasajes tan extraños como entrañables a cuenta de metáforas y guitarras con tanta garra como personalidad. Su sonido está ya diseñado y aplican esa magistral fórmula. En el disco destacan cortes como “Afrodita”, con el que abren y donde muestran su temperamental forma de componer, en “Insecto” muestran su vena más rockera, la más cruda, pero también se muestran sugerentes y envolventes en cortes como “Blanca Nieve”, “Morfina” o “Letargo”, donde el grupo trabaja sabiamente las atmósferas y harmonías para crear ambientes personales. El disco fue grabado en sus propios estudios de grabación bajo el control de Alberto Seara, hombre de confianza para Sôber en sus grabaciones. Este trabajo, que hace el décimo en su carrera, ha lanzado de nuevo al grupo a la carretera.
Texto: Kike Turrón & Kike Babas