Bilbao, la ciudad del arte y la arquitectura moderna en el corazón de Euskadi, ha sido inmortalizada en numerosas ocasiones a través de la lente de fotógrafos talentosos.
Texto y fotos: Pedro Ajuriaguerra
Instagram: @pedro_ajuriaguerra
Sin embargo, hay una técnica en particular que ha estado ganando popularidad y ofreciendo una nueva perspectiva fascinante de la ciudad: las fotografías panorámicas 360°, transformadas en miniplanetas o minimundos. Esta técnica única permite capturar la esencia de Bilbao desde una perspectiva diferente, creando la ilusión de que la ciudad se ha convertido en pequeños planetas. Vamos a dar un paseo por algunos de ellos que capturan la esencia de la ciudad.
El Museo Guggenheim:
El icónico Museo Guggenheim de Bilbao se presta perfectamente para esta técnica. La majestuosidad de su arquitectura se vuelve aún más sorprendente cuando se convierte en un minimundo, con el titanio retorcido y las formas orgánicas que parecen flotar en un espacio casi irreal, sobre todo al caer la noche.
El Puente La Salve:
Este puente peatonal y de vehículos es una de las entradas principales a Bilbao. Cuando se transforma en un minimundo, el Puente La Salve se convierte en un arco gigante que enmarca el horizonte de la ciudad, ofreciendo una visión única de la interacción entre la infraestructura humana y la naturaleza circundante. El arco gigante que se forma parece ser un portal a un universo alternativo.
Perro Puppy:
La escultura Puppy de Jeff Koons, un simpático perro cubierto de flores, es una de las obras de arte más queridas de la ciudad, se transforma en un rincón de encanto en miniatura cuando se ve desde esta perspectiva. Este pequeño canino florecido parece proteger su propio jardín mágico, como si fuera un guardián de un mundo secreto rodeado de edificios surrealistas.
La araña Maman:
La monumental escultura “Mamá” de Louise Bourgeois, ubicada junto al Museo Guggenheim, toma una nueva vida en forma de mini planeta. Sus patas largas y retorcidas se convierten en tentáculos de una criatura mítica que parece dominar un mundo propio en el corazón de la ciudad.
El Estadio de San Mamés:
El hogar del Athletic Club de Bilbao se convierte en un estadio en miniatura, donde el color rojo de sus láminas destaca sobremanera al anochecer.
La Plaza Euskadi:
Esta impresionante plaza, con su arquitectura moderna y el Museo de Bellas Artes de Bilbao al fondo, se transforma en un pequeño escenario urbano dentro de un miniplaneta, destacando la coexistencia de lo antiguo y lo nuevo en la ciudad.
Planet Basket:
Un parque aparentemente simple y una canasta de baloncesto se convierten en una escena surrealista cuando se ven desde la perspectiva de esta técnica. Los árboles y las sombras se vuelven elementos intrigantes en este pequeño rincón de Bilbao. El suelo se convierte en un balón de basket gigante y el joven encesta mientras escucha música con sus cascos inalámbricos.