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Momento en el que Pello Bilbao celebra la victoria en la etapa del Tour de Francia 2023. © Kei Tsuji / SprintCyclingAgency

Pello Bilbao. ¡Aquí la tienes, Gino!

El ciclista de Gernika, ganador de una etapa en el Tour de Francia, fue protagonista de uno de los gestos más hermosos de la temporada deportiva de este año 2023. Siempre ha recalcado que no es el mejor en nada, pero, por ejemplo, el pasado 11 de julio, fue el mejor en todo.

Texto: J.A.P. Capetillo • Fotos: Hibai Agorria, Luca Bettini y Kei Tsuji

Tenía en su cabeza homenajear de la manera más especial a su amigo y compañero de equipo, Gino Mäder, que acababa de fallecer pocas fechas antes en una carrera. Quería lograr la victoria más humana, encontrar un episodio de afecto eterno. No, no buscaba la gloria en el último Tour que nació de Bilbao, sino dejar escrita una de las páginas más admirables en honor de su compañero. Y sí, Pello se apuntó ese triunfo soñado en las noches previas a la gesta. Entró en la meta con Gino. Ya está grabado a fuego en su trayectoria, en su memoria, en el Tour y, como escribimos en las primeras líneas, en el deporte. Para siempre. Pello Bilbao levantó los brazos en la línea de meta justo el día que más lo anhelaba. No es un ciclista que resulte mediático, pero desde ese recorrido entre Vulcania e Issoire, su perpetuo esfuerzo, y la vida, le recompensaron. Siempre ha sido una persona que ha creído en sí misma.

Un martes de julio
Lo ha hecho desde que se formó como ciclista en la Fundación Euskadi, para después fichar por el Euskaltel-Euskadi, seguir en el Caja Rural y en equipos de élite como el Astana y el Bahrain. En total, han sido 16 victorias en el mundo profesional, con dos muescas también en el Giro, y esta victoria imborrable del Tour. A Pello le gusta competir, tanto con sus piernas como con su cabeza, pero disfruta mucho entrenando por nuestras carreteras y, sobre todo, siendo regular en cada temporada. Aquel martes de julio, nadie le iba a superar; nadie de los cinco ciclistas con los que iba escapado. “Aquí está la mayor motivación. No hubiese sido capaz de sacrificarme de esta manera sin una motivación especial. No iba a parar hasta conseguirlo. Me daba igual la clasificación general. Solo quería dedicarle una etapa, y ¡aquí la tienes, Gino! Me ha costado controlar la situación y he estado al límite, pero todos íbamos igual. Ha sido un día a tope de principio a fin. Gracias a Gino por su inspiración”, declaró Pello en la meta, donde lo sacó todo. Su compañero y amigo Gino Mäder, de 26 años, había fallecido semanas antes en la Vuelta de Suiza, tras una caída cuando iba a 90 kilómetros por hora. ­­­

Pello Bilbao acumula 14 años de profesional. Aun así, estima que “es difícil concentrarse con todas las emociones. Me costó mantener la sangre fría habitual en mí. Solo quería buscar mi momento. Es para no creérselo. Es la victoria más especial. En los últimos 300 metros he hecho el mejor esprint por Gino”, señaló. En más de una entrevista ha recalcado que, tras lo ocurrido a Gino, tuvo que refugiarse en su familia, en su hija, Martina, para seguir adelante con una actitud positiva y tratar de hacer algo espléndido en el Tour. Lo hizo con creces. “¡Aquí la tienes, Gino!”, subrayó en declaraciones posteriores tras levantar los brazos con rabia. Pello Bilbao acabaría sexto en el Tour, después de Vingegaard, Pogacar, Adam y Simon Yates, y Carlos Rodríguez.

Sus comienzos
Pello Bilbao dio sus primeras pedaladas en la Sociedad Ciclista Gernikesa, aquella que estaba dirigida por el exciclista y mecánico Jesús Ángel Ruiz Terán. Ese club era un convenido con el equipo Euskaltel-Euskadi de Miguel Madariaga. Unos tiempos, allá por 2008, cuando Pello Bilbao era juvenil y ganó el Trofeo Euskal Herria, en Mendata, en Sollube, en Sodupe, en Sangüesa… Vivió esas batallas tan duras, especiales y, en muchas ocasiones, poco reconocidas del campo amateur en una filial de la Fundación Euskadi. También ganó en Larrabetzu o Antzuola. Era un ciclista revelación, con mucha proyección y, en 2010, debutó como corredor profesional en el Orbea antes de dar el salto al primer equipo del Euskaltel-Euskadi.

Antes de esta ya inolvidable décima etapa del Tour, se impuso en la Clásica de Primavera, o en etapas de la Vuelta a Castilla-León, del Tour de Turquía, del Tour de los Alpes, en la Dauphiné, en la Vuelta a Murcia, en la Vuelta al País Vasco, en la Vuelta a Alemania, en el Tour Down Under, o en un par de etapas del Giro de Italia, además de haber sido campeón de España de contrarreloj hace tres años y haber estado presente en casi todas las Clásicas.

Acción solidaria
Volvamos a Gino Mäder y a otro detalle auténtico de Pello. El malogrado ciclista suizo, además de ser un gran corredor, ganador de dos etapas del Tour del Porvenir, una del Giro o ser el mejor joven en la Vuelta de España hace dos años, era habitual en ser partícipe en acciones solidarias, sobre todo en La Vuelta. Gino Mäder recaudaba fondos para una ONG medioambiental. Así que, al comenzar este último Tour, Pello Bilbao decidió conservar esta singular tradición. “Siguiendo los pasos de Gino, y continuando con su legado, durante este Tour donaré a la Asociación BaSOS Fundazioa (dedicada a las labores de reforestación en Bizkaia) un euro por cada corredor que se clasifique detrás de mí en cada etapa. El objetivo es comprar un terreno, deforestarlo y replantarlo con especies locales”, informó el de Gernika antes del comienzo de la carrera en Bilbao. Toda aquella persona que quisiera pudo formar parte de un crowdfunding para agrandar la cifra. Gino tendrá así un pedazo de bosque en el País Vasco. Pello Bilbao sorteó su maillot de este Tour de Francia entre los que hicieron una donación superior a 50 euros. Cualquier ayuda fue importante “porque muchas pequeñas aportaciones crean grandes cambios”, reforzó Pello Bilbao, que recaudó un total de 3 100 euros gracias a esta iniciativa solidaria para mantener el legado de su compañero fallecido, Gino Mäder, y sugirió hacer contribuciones para adherirse a este proyecto para reforestar bosques. La Asociación BaSOS tenía apalabrada la compra de cuatro hectáreas en Gautegiz-Arteaga, cerca de Gernika, para la plantación de ejemplares autóctonos. Pello obtuvo dinero para plantar 2 400 árboles. Ahí, siempre estará Gino.

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