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FRUTERIA BUBU 8 1

Osuna: Fruteros de corazón

Luis se levanta todos los días a las cinco de la madrugada y apenas a las seis menos veinte está en Merca Bilbao con Antonio, que le ayuda con especial mimo a escoger el que será el producto del día. “Nos preocupamos mucho de que el género sea lo mejor que hay en el mercado, con el precio más óptimo, explica Luis.

Una vez elegidas las protagonistas de escenario, se cargan en el camión y se distribuyen. La primera parada se hace en Miribilla, donde están Miren y Eneko, responsables de la tienda y apasionados de la fruta.

José custodia Goikotorre (San Adrián) y a su vez, Maria José -hermana de Luis- junto con Patricio, preparan los encargos y bouquets de fruta que encontraran recién cortada -con tenedorcillo y todo- aquellos tempraneros que inauguren la mañana.

Desde 1979, se puede decir que Fruterías Osuna se ha convertido en referente en el sector de las frutas y verduras cuando Juan Ruiz Osuna fundó su primera frutería en Larraskitu (Recalde), por donde han pasado todos sus hijos.

Con la convicción de como dirigir un negocio de este tipo y la experiencia que conceden los años, Luis y Maria José tienen actualmente establecimientos en  San Adrián y Alameda San Mamés, a los que hace apenas un mes se le ha sumado la apertura de otro en Miribilla, inundado como no, por la magia, la calidad y el buen rollo que definen a Osuna. “Ha tenido muy buena aceptación, la gente está encantada con el género que tenemos y el trato de nuestros trabajadores”, señalan ambos.

Confiesan que sería imposible llevar el mismo método en los tres establecimientos, sin embargo, tal y como afirma Luis: “A Osuna puedes venir a por un puerro o a llevarte media tienda que el trato que tenemos con el cliente no va a cambiar”.

Los colores y aromas inundan el lugar con una decoración innovadora que invita a disfrutar de una experiencia que va más allá de los sentidos. Porque en Osuna se venden sabores y hábitos saludables.Trabajan además con la firme convicción de que si no tienen un determinado producto lo consiguen. “Nos han pedido todo tipo de frutas tropicales que hemos conseguido vía Barcelona”, relata Maria José.

Ofrecen un servicio personalizado con envíos a domicilio -de los que se encarga Javitxu- tanto a particulares como a empresas.

Y como la imaginación de Osuna no tiene limites, tienen también una amplia oferta de desayunos, catering y cestas personalizadas.

El catering se compone de la fruta que el cliente solicite para cualquier tipo de evento, fiesta o espectáculo. “No reparamos en esfuerzos para ofrecerle al cliente lo mejor. Si alguien solicita un catering para un evento del domingo yo no dejo la fruta preparada el sábado y se la entrego el domingo sino que me levanto el domingo y se la dejo hecha al momento”, señalan los fruteros. “Intentamos ofrecer todo lo que este a nuestro alcance”, apunta Luis.

Los desayunos ecológicos al gusto del cliente son también una opción. “Envasamos el melón, en su propia cascara, lo troceamos por dentro y lo servimos listo para comer. En vez de pasteles mucha gente opta por brochetas o bouquets de fruta cortada. Hay quien incluso nos pide tostadas con aceite y tomate”, señala Maria José, quien se encarga de prepararlo.

Sus cestas personalizadas preparadas al milímetro y la calidad de los productos endulzan y complementan su esmerado servicio que no te deja indiferente.

Y es que para Osuna, el éxito no tiene mayor misterio que la perseverancia y el trabajo. “No hay ningún secreto, solo madrugar y trabajar. Los mismos años te van diciendo por donde ir e incluso a veces, lo haces de manera inconsciente”, confiesan ambos.

Sin embargo, se puede intuir que la experiencia y la inquietud por ofrecer los mejores productos han tenido algo que ver. En diciembre cumplen cuarenta años en el oficio de fruteros en los que agradecen encarecidamente a todas aquellas personas que hacen posible el éxito del negocio año tras año, con especial cariño a Juan Ruiz Osuna, quien dejó un legado que han sabido mantener de manera sobresaliente, y a Carmen Crespín por ayudar y sostener el negocio familiar junto con sus hijos.

Prevén seguir trabajando como lo han hecho siempre y por supuesto, les ronda por la cabeza algo con lo que celebrarán su aniversario porque, cuarenta años de fruteros no se cumplen todos los días.

Texto: Andrea Ulloa, Fotos: Bubu e Hibai Agorria

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