Jose Luis Korta (Orio, 66 años) tiene tantos títulos como enemigos en el remo. Se ha llevado nada menos que 16 Banderas de La Concha como remero, patrón y entrenador, faceta en la que ha vuelto a poner en la cresta de la ola a Kaiku. Nos atiende en Sestao, antes de salir a entrenar. Si algo le gusta, por encima de todas las cosas, es ganar. Hasta pide extranjeros para el Athletic porque le duele no verle peleando acorde con sus títulos e historia. Átense los machos, que viene un huracán.
¿De dónde saca la vitalidad para seguir en el remo tantos años?
Tengo el remo en la sangre, muchas veces lo mandaría todo al carajo. Pero tira mucho. El remo es otra cosa, no cuatro sinvergüenzas.
¿Cómo fueron sus primeras paladas?
Con ficha, desde 1968, pero desde pequeño lo único que hacíamos era remar. No conocíamos otra cosa en casa. Nos pasábamos todo el día cogiendo la lancha, para pescar, cazar, pasar a otros terrenos que teníamos… ¡Tenía tantos kilómetros cuando me federé!
El remo es, a día de hoy, otra cosa.
De entrada, ahora la gente cobra y antes no. Las embarcaciones se hacían con gente que andaba en la mar, los caseríos, chicos fuertes. Te enterabas de que uno había levantado tal piedra e ibas a por él. Eran mucho más fuertes que los de ahora. La gente se hacía físicamente de trabajar, no en los gimnasios. Alguno de aquellos levantaba con una mano lo que el más bestia de estos no levantaría con las dos. Allí no tenía nadie motora, se salía contra la mar, a por cabras, jibiones, fanecas… Yo con mi padre en Orio hacía 14 o 15 kilómetros al día a dos remos.
Las pasarían canutas con la olas…
Empecé a salir a pescar en 1964. No había la barra de ahora. Las mareas eran mucho más fuertes. Ahora nos quejamos de que vienen al año diez días duros. Antes era así cada quince días, no se podía ni salir. Los barcos estaban en cola, esperando. Después de los cuatro o cinco golpes, nos metíamos en el momento de calma y a ver qué pasaba. Avante y a toda máquina. Había treinta barcos en Orio y ahora quedan ocho. Me sacaron con catorce años la cartilla y a navegar.
¿Se rema ahora con más cabeza y técnica?
No. Fundamentalmente han cambiado el material y la manera de entrenar. Entonces, para la Bandera de La Concha se empezaba a trabajar en julio. Había dos regatas. Ahora se rema todo el año.
Participó hasta en unos Juegos Olímpicos, los de Moscú.
Quedé primero en la final B. Ya había dado lo mejor como remero. Me perdí los mejores Juegos. Pero era la oportunidad de ir a Moscú. El que me pagaba era Kaiku y había que estar aquí. Tampoco a los remeros vascos nos trataban como a los demás.
Tiene 16 Banderas de La Concha, la Olimpiada de este deporte, como remero, patrón y entrenador.
Y unas cuántas más que debería tener por cosas que no se deben tomar en el deporte.
¿Cuál es el secreto para ganar tantas veces esa regata?
Mira, La Concha es la que más fama tiene, pero también la que más manipulada está en los últimos años. Manejan todo, es un circo, un negocio por la gente que mueve, la televisión… Es una de las regatas más injustas que hay, todo es libre. Ni los políticos ni las Federaciones cortan lo que deben.
Es muy duro en sus afirmaciones. ¿Ha perdido todo el sabor?
Antes en La Concha ganaba el mejor, ahora no siempre.
De todas las que ha ganado, ¿cuál guarda con especial cariño?
Quizás la última de entrenador. Había gente en el bote que no había remado nunca en La Concha. La gente daba todo sólo por participar. Y el día que te estrenas, vas y la ganas. De la primera, en tiempos de Franco, te acuerdas menos, remabas tú solo. Le encuentro más mérito a lo que hago desde fuera.
Volvió a situar a Kaiku al frente del remo.
Sí, pero eso se puede hacer en cualquier sitio. Hace falta un proyecto o una familia. Es difícil porque han entrado factores que no conocíamos, el famoso doping. Los que tienen que cortarlo no les importa, quieren estar en el trono y evitar follones.
¿Qué hay que cambiar desde su óptica?
A la gente que lo dirige. Tenían que haberse marchado hace tiempo. Para hacer las cosas bien, tienes que enfrentarte a mucha gente. Es mejor estar contra uno y a favor del resto. Es una injusticia increíble. Estamos en un mundo en que te violan a la hija, los de al lado lo saben y no se preocupan. Todo el mundo sabe que hay doping aquí, pero no pasa nada. A los que han pillado, siguen chu-
leando y haciendo. Las Federaciones no quieren saber nada, ni el Gobierno… El político lo único que busca son los votos. Nada más. Todos son iguales, los mismos perros con collar diferente. Ladran cuando el otro les roba, pero luego… Vamos a hablar de deporte.
Le sancionaron por denunciarlo.
Yo estoy castigado, no puedo estar con la motora del club en el agua. Y los que han traído para matar a un pueblo por dopaje siguen remando.
¿Cómo se puede vivir así? ¿Se mete a la cama con todo eso en la cabeza y sigue adelante?
Yo estoy tranquilo, me he gastado dinero por denunciar el dopaje, la familia ha estado mal… Si salvo a una persona, merece la pena. Esto pasa en el deporte y en todo. Estamos en el país más corrupto del mundo. Si esto es España, vivimos en el país más corrupto. Roban y nadie va a la cárcel. Para arreglarlo, hay que traer jueces de fuera y quitar a los que están. Es una vergüenza.
José Luis Korta es el Javier Clemente del remo.
Lo que sentimos y hacemos lo decimos. Toca los cojones a mucha gente. Cuando creo que tengo razón, no hay ejército en el mundo, se pueden juntar los chinos, los americanos, los rusos… Por eso me dan tantas hostias, pero siempre navego. Siempre avanzo y hay gente que confía.
Tiene grandes defensores y grandes detractores.
A los que me ven mal, que digan por qué. Cuando tiro una bala, la pieza está ahí. ¡Cómo me crucificaron con lo del 2010! No hubo un periodista que no me crucificase. Y ahora hay diez tíos a punto de ir a la cárcel por lo que hicieron. Robas, matas, pero hasta que no te meten en prisión no eres culpable. En el antiguo Oeste había más leyes que aquí. Bueno, perdón, leyes hay pero no se cumplen.
Enfrentado a Urdaibai, no puede ir a Bermeo a comer unos pinchos…
Yo en Bermeo era un dios. ¿Y ahora por qué? Yo no he hecho nada. Los que toman son los remeros, no los que sirven los productos. Por encima, van chuleando. Allí habrá gente que sabe lo que han hecho. Ganan como ganan. Y no se callan y se van para casa.
¿Hay tanto dopaje entonces en el remo?
Dopaje hay en todos los deportes. 2010, 2011, 2012, 2013, 2014… En La Concha del año pasado, hubo dopaje. Es muy fácil pillarles, pero hace falta interés. No hay que hacer controles a los remeros, sino vigilar a los médicos. En el deporte español, hay médicos que están forrados. Hay muchos clubes que el mayor presupuesto lo tienen en médicos. ¿Hay que gastar tanto para que estén sanos los remeros? Kaiku también tiene un médico. Cuando les pillan con algo, dicen que van para el laboratorio, que son para sus enfermos… Sólo castigan a un chaval que ha tomado un jarabe que le han dado a su padre para la tos. A los que han tomado hormonas de crecimiento, EPO, vacas locas… No pasa nada.
¿Cómo le convence entonces a un padre para que su hijo reme?
Como está el deporte ahora, a mis nietos se lo voy a prohibir. Hay bandas criminales, somos los números uno en el mundo, luego nos quejamos porque los franceses nos ponen a parir. El deporte más limpio ahora sería el ciclismo, es el que más vigilado está. No quiere decir que no estén haciendo trampas. En el deporte español, si eres bueno te protegen. Se ha visto con Contador, con la rubia del PP…
Con Marta Domínguez.
Sí, con Marta Domínguez. Cómo ganaba las carreras, quitándose la cinta en la última recta, mirando para atrás. Cuando se pilla a una persona, están las sanciones. En remo, si te pillan productos dopantes son dos años y no ha pasado nada. Vas a Madrid y no quieren saber nada, en el Gobierno Vasco se esconden.
Siempre ha dicho que el ciclismo era su segundo deporte.
Seguramente, me hubiese dedicado al ciclismo. Tuve que ir a la mar y luego hacía ciclocross… Hice muchos kilómetros de bici para el banco móvil. La sensación de cuando no puedes subir una cuesta y estás en el banco móvil es la misma. Es como si te hubiese pasado un tren por encima de las rodillas.
¿Qué es más duro?
Duro es todo. Hombre, el ciclismo son más kilómetros, es más sufrido. Pero las pruebas que más daño hacen son las cortas. Tienden a decir que todo esto es porque las carreras son demasiado largas, cuando el mayor dopaje está en las de 60 y 100 metros. Son armarios y no son de hacer pesas, yo he hecho más que esos y tengo un cuerpo enano.
¿Qué ola recuerda como la más alucinante?
Quizás la de 2001 con Castro. Una remontada a Orio de diez segundos. Allí también me dieron bien por pasarles. Fue muy recto, no habrá habido una regata más limpia y justa que aquella. Cogimos una gran empopada y por aquello ganamos. Estoy seguro de que no habrá otra trainera con aquella mar que vuelva como lo hicimos nosotros. Y eso que yo no sabía hasta la última palada que Orio se había quedado. Fuimos con una ola dos minutos. En Orio tenían todo preparado, yo hice lo mío, sin invadir calle. Nadie pensaba pasando dos minutos que iba a pasar eso.
Derrotar a Orio así, siendo de allí…
No te acuerdas a quién le has ganado. Orio es el Real Madrid del remo por su historial. Cuando ganas, ganas. No es lo mismo ganar La Concha si Orio no está. Con todos los respetos, es como si te llevas la Champions contra el Somorrostro en vez de contra el Real Madrid o el Barcelona. Si el Athletic gana la Copa es la leche, pero si lo haces contra una selección del resto del mundo… Tiene un mérito increíble lo que hace el Athletic, pero algún día alguien dirá qué queremos, ser vascos y ser sextos o séptimos o traemos gente para estar peleando todos los años por la Champions.
¿Extranjeros?
Sí. El trabajo que hace el Athletic como filosofía es bueno, pero ¿no podemos ganar al Valencia, Villarreal y Sevilla todos los años?
Korta es un ganador más que un romántico.
Me gusta, pero estamos en inferioridad. Jugando con dos futbolistas menos. Cuando se ganaron las últimas Ligas el Real Madrid y el Barcelona tenían dos fichajes. Esto es fenomenal, no lo hace nadie y somos únicos. Es muy bonito, pero ¿hasta dónde puedes aspirar así? El Athletic tiene un historial y ahora sólo nos conformamos con ser vascos. Y cada vez más camuflados. No tendría que haber fronteras. Me da igual de dónde sean, todos los años a por los grandes.
¿Cómo lleva la faceta de concursante en El Conquistador del Fin del Mundo?
Hace treinta años mi ilusión era ir de vacaciones a una selva. Ir a una tribu a hacer su vida. Ya tengo 66 años. He ido diez veces a El Conquistador, ya no te dejan hacer de capitán. Te llevan para que haya broncas.
Le utilizan y se deja.
Claro, como a Juanito. Yo antes me podía pelear en las pruebas con los jóvenes. Cuando hay algo de río no me dejan. Buscan que me exalte, yo sé hasta dónde tensar la cuerda…
Para aguantarlo, será por dinero, quizás gane más que con el remo, ja, ja…
Toda mi vida se la debo al remo, me ha mantenido a la familia. Estuve paseándome con una carpeta vendiendo yogures… He tenido los mejores trabajos sin pedirlos. Korta habrá sido como el Cristiano, ja ja… Hay gente que gana ahora más que yo.
¿Cuándo lo va a dejar?
No sé, a lo último me da pena. Son como mis hijos. Luchas, peleas, cada vez es más difícil con la juventud. Remeros que han estado conmigo han tenido que coger la mala vía… Eso es triste. Si me pillan a mí con lo que han hecho otros, me fusilan en una plaza. Me dicen que tenía que haber dado más nombres. Podía haber metido al mismo presidente que está ahora. Las escuchas que tenemos de él… ¿Merece la pena? Que les den más banderas. El problema es que el veneno lo tienen los remeros. Ojalá nunca les afecte.
¿Hay gente enferma?
Lees la lista de los que han dado, yo tengo un hijo y le corto la yugular. Es la reacción. Con esto no he ganado nada, más que aclararlo. No se ha actuado del todo. No sé si irá a la cárcel alguno, que vean lo que han comprado. Lo han traído todo con facturas para desgravar el IVA.
Texto: Nika Cuenca
[gmedia id=435]