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Isabel Zapardiez. Geometría de una novia

En este mes, BAO MODA deja a un lado las pasarelas para adentrarse de lleno en el mundo de la Alta Costura vasca. Para ello, continuamos con nuestra serie de entrevistas a personalidades del mundo de la moda y optamos por descubrir un mundo que cada vez se está convirtiendo más en un arte: los vestidos de novia.

Isabel Zapardiez es una de esas diseñadoras que, detrás del volumen y la geometría, esconden un gran dominio del patronaje y la confección, haciendo de cada pieza algo único y elegante, femenino y sensual, pero a la vez rompedor y original. Ponemos, de nuevo, a la vanguardia vasca en el punto de mira.

¿Qué lleva a Isabel Zapardiez a estudiar moda y patronaje? ¿Es una vocación que nace desde pequeña o hubo algún detonante que le impulsara a ello?
Siempre me ha gustado la confección y el patronaje, y ya de pequeña me dedicaba a hacer vestidos para las muñecas. Esa afición fue creciendo conmigo y transformándose en una vocación profesional en la que me iba marcando nuevas metas… el primer vestido que hice para mi madre, luego la primera colección, el primer desfile… y todavía sigo en ese proceso de evolución continua.

Sabemos que comenzaste creando tu propia marca y colaborando con otras del mundo prêt a porter, ¿qué aprendiste durante aquella época? ¿Qué experiencias crees que te marcaron más?
Sobre todo, fueron años de muchas experiencias, de muchas “primeras veces”; me ayudó mucho a conocer cómo funciona el mundo de la moda y a palpar de cerca la realidad de la industria y del mercado. También a reflexionar sobre qué podía aportar yo en todo aquello, plantearme qué modelo de negocio quería… aproveché todas las oportunidades, hice muchas preguntas, encontré algunas respuestas… todo me sirvió para orientar mi carrera.

¿Por qué decidiste pasarte a la Alta Costura y Novias? ¿Qué es lo que más te atrajo de estas ramas?
La posibilidad de hacer un trabajo muy cuidado, la confección artesanal y el lujo de poder detenerse en los detalles: en la selección de los materiales, su procedencia… ese concepto slow que ahora es tan popular. En ese contexto me encantaba la idea de diseñar una prenda única para cada mujer, que es como un reto, y también la experiencia de compartir con ella momentos tan especiales de celebración. Y la realidad ha superado mis expectativas.

Tu obra se caracteriza por la geometría, una gran maestría del patronaje, sensualidad y feminidad. ¿Dónde encuentras inspiración para tus creaciones?
En muchos sitios: personas que me impresionan, películas que me gustan, un libro, un viaje, una experiencia vital… la verdad es que soy muy ecléctica y me dejo llevar mucho por mis intuiciones a la hora de diseñar mis colecciones. Pero si hablamos de crear un vestido para una novia, por ejemplo, o para una invitada, toda la inspiración viene de esa persona y de su contexto; de lo que me transmite y de lo que veo.

La Alta Costura es un mundo que en muchas ocasiones resulta lejano para los lectores, ¿cómo es el proceso de creación de una de tus piezas?
Bastante complejo y en distintas etapas; hay una primera fase de conceptualización en el que se recoge toda la información, se seleccionan ideas y materiales y se plasman en un boceto. En la etapa del diseño se definen todos los elementos de la prenda, con las líneas generales de la imagen global.

Luego viene la personalización, en la que se adapta el diseño a la fisonomía de la mujer, que es la base para poder pasar a la siguiente fase de confección propiamente dicha –patronaje, corte, etc.- La última parte es el arte final, con la precisión de todos los detalles del look global y la prueba final, unos días antes del día señalado.

¿Qué elementos/detalles/materiales no pueden faltar en uno de tus vestidos?
La inspiración de la mujer que lo viste y su libertad para expresarse a través de las prendas, más allá de cualquier tipo de estándar o patrón común.

¿Cómo es una novia Zapardiez? ¿Qué buscan las novias que acuden a ti?
Una novia Zapardiez es sobre todo ella misma, una mujer única y especial en un momento lleno de ilusión en su vida. Espero y deseo que, además del consejo profesional, busque en nosotras la mejor colaboración para llegar juntas a crear su vestido perfecto y su imagen perfecta.

¿Es posible vislumbrar tus raíces vascas en tu obra? ¿Qué características crees que marcan a los diseñadores vascos?
Seguro… no sé si se ven, pero están ahí. Nuestro paisaje, la fuerza de nuestro mar, el movimiento de la brisa, la influencia de nuestros grandes creadores, ya sea un Balenciaga, un Chillida y otros muchos. También está la lluvia, para la que creamos unos maravillosos chubasqueros deluxe, y recientemente unos impactantes paraguas con la firma Ezpeleta; también están nuestras tradicionales boinas reconvertidas en colaboración con Boinas Elosegi… También está mi gente y mis amigos… y podría seguir.

¿Qué campos de la moda te gustaría explorar?
Todos los ámbitos del diseño. Soy una persona muy inquieta y tengo muchas facetas creativas; algunas de ellas ya las estoy explotando para crear nuestras colecciones de complementos. Zapatos, boinas, paraguas, bolsos, cinturones… que en la colección 2019 hemos completado con colecciones de riñoneras y guantes. Tengo otras facetas en las que también estoy trabajando y son menos conocidas, que son los vestidos de comunión y el vestuario corporativo. También he realizado proyectos de diseño en joyería y en el campo del diseño de interiores, que me apasiona.

¿Qué proyectos tienes a la vista? (Que nos puedas desvelar).
Acabamos de presentar nuestra colección 2019, por lo que en estos momentos nuestros esfuerzos están muy centrados en ella. También seguimos trabajando en dar respuesta a la demanda internacional con colaboradores estratégicos que nos permitan estar presentes en nuevas plazas. A medio/largo plazo tenemos en mente algunos proyectos muy interesantes a través de distintas colaboraciones, que esperamos poder materializar… al menos, algunos de ellos.

Por último, sabiendo que es difícil de contestar, si tuvieras que quedarte con un único vestido que te defina y que te haya marcado o resulte especial, ¿cuál sería?
En nuestra colección del 15 aniversario My Secret Garden, recuperamos algunos de los diseños que considero más emblemáticos y con un significado especial para mí. Entre ellos es muy especial un abrigo de paño verde con cuerpo ajustado, falda capa y mangas importantes, rematado con un bordado floral artesanal, recuerdo de mi primera colección, siendo estudiante.

Otra pieza especial es un clásico de novia con escote barco, manga francesa y gran cola, inspirado en Balenciaga, que es un leitmotiv constante mi trabajo. También incluí en la colección vestidos icónicos, que han marcado una época, como los diseños que cerraron en su día nuestro primer desfile en la pasarela Cibeles Novias, el primer desfile en Barcelona, en lo que era entonces la pasarela Gaudí, el primer desfile en Nueva York…

Texto: Paloma Canseco • Fotos: Mikel Muruzabal

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