La ilustración y la moda llevan caminando juntas desde el principio, cobrando una gran importancia, no solo como boceto para concepción de una prenda sino, también, como medio de comunicación de la misma. Por eso, en este número de BAO, dejamos a un lado las fotografías de pasarela para centrar los ojos en otra forma de representación de la moda que está volviendo a ser tendencia, que busca su sensualidad a través de acuarelas y de trazos manuales y que transmite aquello que las cámaras no pueden fotografiar: el arte de la ilustración de moda.
Dado que reunir en unas pocas páginas toda la Historia de la Ilustración de Moda resulta imposible, optamos por invitaros a dar un paseo por algunas de las figuras más destacadas de este ámbito y que han marcado, o están a punto de hacerlo, un punto y aparte en la industria.
Si tuviéramos que establecer un comienzo en el mundo de la ilustración de moda, éste sería muy difícil de definir, ya que si nos ceñimos a la ilustración como boceto de una prenda, habría que remontarse varios siglos, sin embargo, si nos centramos al mundo editorial, hay un nombre que resuena en nuestras mentes. Romain de Tirtoff, más conocido como Erté. Está considerado como uno de los padres de la ilustración de moda gracias a las más de 240 imágenes que produjo para la revista Harper’s Bazaar entre los años 1915 y 1936.
Le toma el relevo René Gruau, que revolucionaría el concepto de la moda en las décadas de los 40, 50 y 60, con su estilo depurado en el que una línea y un color podían decir mucho. Sus imágenes son mundialmente conocidas y marcaron un antes y un después no solo en la ilustración de moda, sino en todo el mundo del estilo y las tendencias.
En la época de los años 70 y 80, un portorriqueño conocido como Antonio López llevaría la moda hacia un mundo más sensual y atractivo por medio de una explosión de color total, alejándose cada vez más de la representación total de la figura y optando por capturar lo fundamental. Sus obras llenaron revistas como Vogue, Vanity Fair, Harper’s Bazaar, etc. y cautivaron a personalidades y marcas como Yves Saint Laurent, Oscar de la Renta o Karl Lagerfeld.
Hacia finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, la ilustración es derrotada temporalmente por el gigante digital, y no será hasta la vuelta al gusto por lo manual, que recupere la fuerza y la expresividad que hoy inundan blogs, revistas o anuncios. Algunos artistas como David Downton, Sandra Suy o François Berthoud consiguen con sus trazos trasmitir más que un editorial. Otros, como Richard Haines o Megan Ruth StClaire-Morgan, se sientan en las primeras filas de los desfiles para capturar al instante lo icónico y fundamental de cada pieza. Mientras que las páginas de revistas y diarios se llenan de imágenes que firman ilustradores como Alicia Malesani, Montse Bernal, Jordi Labanda o Fernando Vicente.
Nos encontramos, por lo tanto, en la nueva edad de oro de la ilustración de moda, en un momento en el que reconocemos que el trazo de un pincel o una mancha de color nos transmiten, no solo una obra de arte, sino la esencia de una prenda, de un estilo… de la moda.