En una edición de la Madrid Fashion Week en la que parece que lo que menos importaba era la moda en pos de colas infinitas recorriendo el pabellón a la captura del elemento promocional gratuito más preciado, comenzamos a avistar tiempos de cambio en los que, como predijimos, la moda se sale del recinto ferial para invadir sitios emblemáticos de la capital bajo el lema “Madrid es Moda”. Se trata de una edición con mucho color y mucho carácter en la que se ofrecen reflexiones interesantes, apuestas atrevidas y referentes icónicos que hacen que, sin haber apenas acabado la presente, desear la próxima temporada estival. Ya sea en Las Vegas, Oklahoma, Hawaii o en el Blue Vendela, BAO recoge a los diseñadores que más nos han impresionado y cautivado con sus propuestas y que se convierten en los protagonistas de la Semana de la Moda madrileña.
Teresa Helbig
En esta edición, la diseñadora nos vuelve a enamorar convirtiéndose en nuestra favorita, presentando una mujer Helbig rebelde con inspiración en los casinos de Las Vegas, basándose en los excesos, la ostentación, exageración en una estética que recopila los rituales supersticiosos, los juegos de miradas y los elementos más emblemáticos bajo el título Rien ne va plus. La apuesta ganadora recae en tejidos como el pitón, la piel de angula, la rejilla de metal dorada, el glitter, terciopelos, plumas, bordados y tul recreando barajas de cartas. En la colección se ven reflejadas millonarias, actrices caídas en el olvido, coleccionistas de arte e, incluso, las que se juegan todo a un número.
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Custo Barcelona
Ni más ni menos que 80 looks, 68 de ellos ya presentados hace unas semanas en la fashion week de la moda de Nueva York, fueron los protagonistas del desfile de Custo Dalmau para la capital española. Componiendo a primera vista un conjunto un tanto ecléctico, el principal leitmotiv es la combinación de tecnología con artesanía de calidad con bordados hechos a mano, en un entorno de experimentación con ciertos aires futuristas que bien pueden ser, incluso, contemporáneos. Los colores clave de la colección se rigen por los rosas, amarillos, azules, naranjas, entrelazados con transparencias, estampados y metalizados.
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Ailanto
Los hermanos Aitor e Iñaki recurren en esta ocasión a la obra de la pintora Jessie Arms Botke, para buscar en sus cuadros referencias de sus estudios de aves exóticas y flora detallista. Para ello, crean estampados utilizando diferentes técnicas artísticas como la acuarela, témpera, pastel, collage, bordados, etc. Que recrean las diferentes texturas y mosaicos que componen los paisajes. Los protagonistas son el azul pavo real, el coral flamenco, el verde ánade o el blanco garza, que se presentan en tejidos como satenes, plumeti, bambulas de seda, crepes, tules o encajes de algodón.
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Roberto Torretta
El diseñador nos presenta en esta edición una colección que pretende conectar pasado, presente y futuro por medio de faldas desestructuradas, volúmenes en mangas de inspiración histórica y siluetas ajustadas. Su clásico sello, la piel, se presenta en colores como el rojo crimson, ámbar y blanco, y se acompaña de tejidos jersey con efecto metalizado, motivos geométricos en plisados y sedas de cachemira estampadas.
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Ana Locking
Bajo el título de Preachers & Believers y teniendo de fondo una estatua rota de Donald Trump, Ana Locking muestra su perspectiva de la situación actual en la que los votantes (creyentes) se visten de amarillos cítricos, verdes foresta, lavanda y plata con prendas con múltiples cortes, cambios de color y desarrollo de bordados que individualizan al personaje en la búsqueda de ese “algo” en el que creer. Los políticos (predicadores), por el contrario, se visten de manera sobria, de sastrería y con un aire unificador en colores como el azul imperial, blanco inmaculado y oro celestial, para convertirse en unos personajes simbólicos y atraer al votante desorientado y que ansia creer en tiempos de caos.
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María Escoté
En el 20 aniversario de su fallecimiento, la princesa Diana, Lady Di, se convierte en el personaje inspirador de la diseñadora catalana, de quien rescata su carácter reivindicativo, ese espíritu de seguir siendo ella misma a pesar de que se imponía más “lo que se esperaba de ella”. Recreando piezas icónicas como los jerseys de “I’m a luxury” o de ovejas blancas sobre fondo rojo así como el mítico vestido rojo de tirantes con plumetti, María Escoté nada hacia una corriente más madura con múltiples e intensos estampados, pendientes y accesorios grandes o los característicos “cuellos lechuguilla” de la princesa.
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Maya Hansen
Mediados de los años 90 y una invitación a subirse al “Blue Vendela”, un velero donde las tops posan tranquilas con el azul del mar de fondo y con la inspiración de la modelo Vendela K. Es la unión de la cultura marinera chic con el denim americano en su versión lavado y azul índigo. Prendas que buscan resaltar el sexy de la mujer con prendas ajustadas al cuerpo gracias a las lycras finas o el punto ultraligero, crop tops, shorts de tiro alto, plisados, plumetti y detalles que añaden acentos a las prendas como anillas, cintas o detalles de encorsetado.
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Juana Martín
La cordobesa nos traslada a la mítica Ruta 66, en concreto, a los años 30, cuando la crisis en Estados Unidos hace que los emigrantes procedentes de Oklahoma, los OKIES, se apoderen de la carretera dando un vuelco inesperado a sus vidas. Su tenacidad y su lucha constante unidas a los paisajes y las situaciones difíciles son la fuente de inspiración principal para la diseñadora. Tejidos ligeros como el cheviot, bambulas de seda, puntos de lycra, tejido vaquero y pedrería que se adornan con tachuelas, plumas o cadenas, vienen a ser los protagonistas en colores tierra, beige, naranja, amarillos y estampados animales. Todo ello sin olvidar el toque gipsy de volantes y volúmenes que protagonizan siempre sus colecciones.
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Texto y fotos: Paloma Canseco