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“El uso de lo orgánico no es sólo una tendencia, va a ser nuestra forma de vida”

Chelo Delgado reinaugurará la Peluquería Bilbo (General Eguía 40) el 26 de abril con su proyecto más personal e innovador, la primera peluquería orgánica de Bilbao.

Chelo Delgado y su hermana Nieves regentan desde hace 27 años la Peluquería Bilbo. Ahora han apostado por reinaugurar su salón de belleza para crear un espacio muy especial en el que lo orgánico y el arte se den la mano, eliminando todo rastro químico de sus tratamientos. Chelo y su hermana Nieves han asumido esta técnica como una filosofía de vida que quieren compartir con sus clientes.

Tras 27 años, ¿cómo se vive esta reinauguración como peluquería orgánica? Con mucha ilusión. Teníamos muchas ganas de reacondicionar el espacio porque técnicamente nuestro cambio había sido muy gradual. Mi hermana y yo llevamos 25 años trabajando con colores naturales. Poco a poco fuimos comprobando que estas técnicas ni oxidan ni degeneran el cabello. Me parece que la peluquería orgánica compensa en tantos aspectos que ya no comprendo otro tipo de peluquería.

Y las clientas, ¿notan alguna diferencia? Muchísima. Por ejemplo, cuando usábamos productos químicos, teníamos clientas que empezaban el verano con el cabello rojo y volvían con el mismo rubio y seco. En cambio ahora eso no pasa. Los tratamientos orgánicos de color hidratan tanto el cuero cabelludo como el cabello. Además es mucho más difícil que ese pigmento se vaya. También están muy contentas porque el uso de productos naturales no encarece los tratamientos.

Aseguras que la peluquería orgánica es más que una técnica. Sí, creo que lo orgánico es, más que un concepto, una forma de ver la vida. No es solo el hecho de usar determinados productos. Para mí, debemos redirigir nuestro camino a cuidar el cabello de una forma natural. Decidir que nuestra salud importa.

Historia de una peluquería de postín.

Volvamos a la historia. Lleváis más de 27 años cortando el pelo y realizando tratamientos de belleza. Incluso tuvísteis a Llongueras como asesor durante 5 años. Supongo que tendrás más de una anécdota con él. Me acuerdo de la primera vez que vino Llongueras a hacer una demostración a nuestra peluquería. Llegó y se puso a trabajar como uno más del equipo. Lo habíamos anunciado y cuando abrimos esperábamos grandes colas para que les atendiera. Y fíjate, ninguna clienta quería cortarse el pelo con él. Le tenían miedo. Pensaban que les iba a dejar demasiado modernas. Lluís se reía muchísimo cuando le ocurría eso. Es una persona muy especial. Trabajar mano a mano con él es una experiencia maravillosa de creatividad e innovación frenéticas.

Hablando de creatividad, habéis convertido la peluquería en un espacio muy especial. Sí, queríamos que el cambio hacia lo orgánico llevara consigo una unión muy especial con lo más íntimo de las personas, que fuera un espacio de creatividad y disfrute personal. Por eso, a partir de ahora habrá exposiciones de jóvenes artistas vascos todos los meses en Peluquería Bilbo. Ahora, por ejemplo, las paredes del local lucen la exposición Actitud-Latitud del artista vasco Jon Mao, e invitamos a cualquier artista que quiera exponer en nuestro espacio a que se ponga en contacto con nosotras.

En la reinauguración también habrá arte, ¿nos puedes adelantar alguna sorpresa más? No me dejan desvelar demasiadas sorpresas. Lo que sí te puedo confirmar es que las habrá. Y que será el próximo 26 de abril a las siete y media de la tarde. Invitamos a todas las personas que quieran acercarse, no importa que sean clientes o no.

Para acabar, aconséjanos algún tratamiento para ahora que vuelve a aparecer el sol. Para todo el año recomiendo, tanto a hombres como a mujeres, el tratamiento antisiliconas y los de hidratación y nutrición con aceites esenciales. Y, específicamente, ahora que llega el buen tiempo un tratamiento orgánico con keratina vegetal para aumentar la lucidez del cabello y darle más cuerpo.

 

Teléfono: 944 425 319 • C/ General Eguía, 40 – 48010 Bilbao • www.peluqueriabilbo.com

Texto: Vindio Corro y Enara Aldeiturriaga • Fotos: Olatz Soto

 

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