Marta Uriarte, Directora Gerente del Puente Bizkaia, recuerda que por aquí pasaremos todos… y el Puente seguirá. Sería imposible concebir la desembocadura del Nervión sin su dolmen de acero, nos faltaría algo.
Estamos ante el primer transbordador del mundo, invento genial concebido por Alberto de Palacio, inaugurado en 1893 como resultado de la fusión de dos innovaciones tecnológicas; la ingeniera de puentes colgados de cables y la técnica de grandes vehículos mecánicos accionados con maquinas de vapor. Podemos afirmar con rotundidad que fue un hito urbano, una referencia social de primera magnitud, que sirvió de modelo para futuros puentes así como un emblema para la ciudad, su industria y su tradición de innovación.
Tras 121 años de historia a su espalda, el Puente Bizkaia goza de excelente salud ya que nos encontramos ante un Patrimonio vivo que sigue cumpliendo con la misma función para la cual fue creado, siendo utilizado como medio de transporte por más de 9.000 personas al día. Esto requiere una intensa labor de mantenimiento, conservación y servicio que está garantizada por un equipo humano de 29 personas que velan en todo momento por su funcionamiento.
Marta Uriarte, Directora Gerente del Puente Bizkaia desde el 2012, coordina y dirige las cuatro torres de sustentación del Puente; Patrimonio industrial de la UNESCO, el servicio de transporte, el recurso turístico, y el comercio al por menor. “Tarea nada fácil, donde cada día nos encontramosretos que debemos solventar y aprender de los mismos ya que no tenemos de donde copiar y todo debe hacerse ex profeso para este Puente, que nos sorprende a diario”.
Pero podemos afirmar con orgullo que tanto Alberto de Palacio como Ferdinan Arnodim se sentirían profundamente orgullosos y agradecidos de ver el estado actual de su emblemática obra, más viva que nunca; el nuevo color rojo vena Somorrostro como recuerdo de nuestra gran riqueza minera, la habilitación de la pasarela peatonal mediante dos ascensores únicos en España, proyecto original de Alberto de Palacio, por fin hecho realidad, una vía de comunicación totalmente integrada en los medios actuales y, además, un reclamo turístico excepcional donde gracias a sus ascensores es posible no solo descubrir el funcionamiento del Puente, sino disfrutar de unas vistas espectaculares, puerta de entrada a la ría de Bilbao .
Fue tal la labor de restauración que realizó la empresa concesionaria, de limpieza, saneamiento, automatización, recuperación de proyectos originales, innovación, que por aclamación absoluta, el 13 de julio de 2006, reconociendo su autenticidad, fue declarado 1º Patrimonio Mundial en la categoría industrial, premio que ha ayudado a dar a conocer este maravilloso monumento en todo el mundo y a poner en valor sus referentes tecnológicos y culturales. Así como a recuperar la figura de Alberto de Palacio, hombre muy especial por sus conocimientos técnicos, sociales y artísticos, capaz de catalizar a muchas sensibilidades, abierto a novedades y dispuesto a arriesgar en nuevas construcciones, y así como también agradecer a una sociedad optimista que superaba al estado en iniciativas y en deseo de invertir sus ahorros, lo que ha convertido al Puente en el producto de una época irrepetible.
Todos los bizkainos debemos estar orgullosos de esta obra sorprendente que combina perfectamente belleza, estética y funcionalidad, como así lo siente todos los que nos visitan.
Texto: BAO • Imágenes: Puente de Bizkaia
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