Lo que Usted tiene en la mano, lo que ojea con interés o sorpresa, es la historia de una ilusión. Una ilusión de buen papel, relevantes fotos, rigurosos textos, temas varios y mucho trabajo. La génesis de una nueva publicación es un largo y proceloso camino donde las letras, como hormigas amaestradas van dando forma a los conceptos. Para llegar hasta el ejemplar que Usted comienza a juzgar, querido lector, se han consumido muchas horas de “brain storming” que han generado la explosión del hecho editorial, la revista BAO. BAO es una apuesta valiente, como no podría ser de otra forma. Y este barco tiene timonel, sobrecargos, marinería y hasta grumetes y… ora a barlovento, ora a sotavento, la nave de papel hincha su velamen con el vendaval de la ilusión. Aún queda mucho mar que navegar, es cierto, aún quedan ajustes que hacer en el carenado y en el velamen. Aún hemos de seguir afinando el rumbo, con el bauprés de la intuición periodística, con los foques del material gráfico, con la mayor del trabajo en equipo, con el trinquete en proa. Y así lo haremos. Una nave así aparejada, cazando los vientos de la ilusión, necesita pasaje, es decir, le necesita a Usted, lector. Déjenos llevarle a los puertos más fascinantes de la costa urbanita y rural, conozca a los más conspicuos habitantes de la galaxia intelectual, explore las selvas más tróficas de las artes plásticas o la literatura o la gastronomía…o la caprichosa moda. Esta nave se llama BAO, la revista de Bilbao, y pretende proyectar Bizkaia al exterior, potenciar y divulgar sus valores culturales, patrimoniales, sociológicos, históricos, gastronómicos y… vanguardistas. Servir como medio interactivo con el ciudadano y el visitante para atraer el mayor número de turistas posible. La nave de la ilusión está a punto de partir. ¿Ya tiene reservado un camarote? Bienvenidos a bordo.
Ilustración: Tomás Ondarra