El sábado 28 de julio, la gira Ex de Enrique Bunbury aterriza en Mundaka Festival, única oportunidad de verle por la zona y de disfrutar, dentro de un marco incomparable, de uno de los shows más especiales del momento, con un Bunbury maduro y pleno que presenta Expectativas, su nuevo disco.
Enrique Bunbury siempre tuvo aspiración internacional o, al menos, siempre se ha mostrado dispuesto a ello, a conquistar nuevos territorios, a viajar, ser curioso, asimilar y mostrar. Ya con Héroes del Silencio descubrió no ser profeta en su tierra, tuvo que ser Europa la que le dio la razón, y luego ya, nosotros, desde las “Españas”, dimos la razón a Europa, porque así somos desde hace décadas la estirpe poprockera de Paco Martínez Soria.
Cabe imaginar que tanto talento no entraba en la encorsetada y por momentos envidiosa superficie estatal. En algún momento de su carrera, Bunbury ha declarado que “sin México, no sería ahora mismo el que soy”, aunque también ha cantado, precisamente en este reciente disco, que “el exilio es mejor que nuestra prisión, de mediocridad y vulgaridad, de envidias e ingratos”.
Enrique Ortiz de Landázuri Izarduy (Zaragoza, 11 de agosto de 1967), Enrique Bunbury para todos, ha declarado que tomó su nombre artístico de un personaje del libro de Oscar Wild La importancia de llamarse Ernesto. Aquel paso lo tomó ya en su Zaragoza natal, a mediados de los ochenta, cuando los Héroes del Silencio comenzaban a asomar su estilo más allá de su provincia. Arrasaron los Héroes, y lo hicieron por aquí, por Europa y por toda América, sobre todo el sur, creando a su paso una legión de pasionales seguidores que sintieron que algo se rompía en su interior cuando en octubre de 1996, el grupo, en rueda de prensa desde el Perú, anunciaba que la banda se separaba.
Visto ahora, era lógico: Enrique Bunbury tiene la inquietud, la pasión y la actitud suficientes para valerse y liderar por si solo una carrera artística. Eso en los democráticos Héroes del Silencio era imposible.
Al año siguiente se publicó Radical Sonora, pistoletazo de salida para una carrera tan exótica como mimada, brillante y rockera, tan ideal como cosmopolita, una carrera siempre en alza que afianza y hace crecer al señor Bunbury en su cielo particular, lleno de una distintiva iconografía cercana a un presumido Lynch chilango, una imagen única y elegante que le sienta muy bien y que nunca se ha mantenido estática. Un perfil icónico que es la prolongación de lo que le escuchamos cantar y tocar en sus discos… galáctico, desértico, electrónico, acústico, desgarrado, íntimo o popular, Enrique sabe ir creando pieles que le abrigan en cada nuevo paso artístico que nos entrega, así lo podemos comprobar al escuchar los primeros discos que lanza, la alquimia orgánica que fluctúa por Pequeño (1999), la elegancia del pop que rezuma Flamingos (2002), y el diario musical que compone El viaje a ninguna parte (2003). Bunbury, portador siempre de un discurso propio, va marcando el sonido en el que podrá viajar con sus composiciones a donde quiera en el momento que lo deseé.
Los años siguientes saldrán El tiempo de las cerezas (2006), disco grabado junto al asturiano Nacho Vegas y Hellville de Luxe (2008), que lleva el nombre del estudio de grabación que tuvo en Puerto de Santa de María durante algunos años.
En el año 2009 cambió su residencia, se mudó a Los Ángeles junto a su compañera, la fotógrafa José Girl, y desde allí se han publicado Las consecuencias (2010), Licenciado Cantinas (2011), (entre estos dos discos nace su hija, Asia), Palosanto (2013) y ahora este: Expectativas (2017).
A mediados del mes de mayo, cuando ya en la península esté bien instalado el buen tiempo, Bunbury terminará el tramo americano de la gira Ex y se trasladará a España para rematarla. Pero iremos más atrás para visualizar mejor la escena. Antes de la navidad del 2017, Bunbury hizo unos shows de presentación en España, su nuevo disco, titulado Expectativas, acababa de salir en octubre. Justo en esos días, se cumplía el 20 aniversario de la publicación de Radical Sonora, su primer disco en solitario. Sobre los escenarios de aquellas contadas presentaciones peninsulares, el maño internacional más cool del planeta lució, como siempre lo hace, como la estrella del pop que es, acompañando sus canciones con una puesta en escena preciosa y un trabajo de sastrería, sobre sus huesos, digno de mención. Es un tipo muy elegante y con un talento único, de eso no hay duda. Sonaron en el repertorio cuatro canciones de los Héroes del Silencio, además de las canciones nuevas, y sus innumerables hits, todo dentro de un show donde los músicos tienen mucho peso, donde se busca la textura, la emoción y el derroche de solemnidad. En febrero de este mismo año arrancó el tramo de la gira americana con más de treinta shows, sobre todo por México y los USA, que es donde vive desde hace años.
Ahora, con un repertorio rodadísimo a lo largo de la gira americana y una banda engrasada a la perfección, la gira Ex llega a Mundaka arropada por unas críticas impecables. La organización de Mundaka Festival, que este año hace su cuarta edición, ha apostado por un cartel muy interesante y variado, donde se cruzan y mezclan propuestas de aquí y de fuera, logrando una muestra que no busca el éxito en la cantidad, sino en la calidad. El viernes 27 de julio arranca el festival con !!! (Chk Chk Chk), Vintage Trouble o De Pedro en el cartel, el sábado es el día de Bunbury, aunque también brillarán con fuerza los shows de Rayden y de Belako, que juegan en casa. El domingo turno para Biffy Clyro y Atom Rhumba, entre otros. Música y gastronomía durante tres días, en el marco incomparable en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Más en concreto la península de Santa Katalina (Mundaka), espacio único en la comarca, donde poder disfrutar de un evento cultural, en el cual la naturaleza es protagonista. Y además, Enrique Bunbury mostrando todo su estilo: la cita es obligada.