Texto e ilustraciones: Asier Sanz
Bilbao, “Mejor Ciudad Europea 2018” no es una bilbainada, es el enésimo éxito del que disfruta el Ayuntamiento del Botxo de una ciudad que se ha convertido en un referente global. Bilbao ya no solo es el “efecto Guggenheim” es el «efecto Bilbao». Y sigue evolucionando.
Mirar a las estrellas es como viajar a un lugar remoto donde solo tú crees el desenlace de la historia. Esta parece ser la historia de Bilbao, el sueño hecho realidad, una ciudad que supo creer en sí misma y reinventarse. Las ciudades cambian, evolucionan, se transforman. Es lo que le ha ocurrido a Bilbao, un claro ejemplo de reconversión urbanística. La capital de Bizkaia ha renacido de sus cenizas en todos los sentidos: ha dejado de ser una ciudad gris dedicada a la industria y se ha transformado en una urbe cultural, cosmopolita y de diseño. Y en este proceso la gestión del Ayuntamiento ha tenido un papel estelar.
Un Ayuntamiento de Bilbao que, hagamos historia, ocupa el solar del antiguo convento de San Agustín, destruido durante la Primera Guerra Carlista. Fue construido a finales del siglo XIX (1892) por el arquitecto municipal Joaquín Rucoba, también autor del Teatro Arriaga. Realizado en estilo Segundo Imperio francés, el edificio destaca por las líneas rotundas, elegantes y marcadamente horizontales de su exterior, cuya fachada principal decoran esculturas de Fiat y del equipo formado por Garamendi, Basterra y Larrea. Los lujosos interiores combinan la inspiración neorrenacentista del salón de plenos, el vestíbulo o el cuerpo de escaleras, con el exquisito estilo neoárabe del salón de recepciones.
El Consistorio bilbaíno sabe que la transformación de la Villa ha sido un trampolín para destacar como ciudad urbanita y atractiva para sus habitantes. Un proceso que se inició en 1992 con la creación de Bilbao Ría 2000 para recuperar las zonas degradadas y áreas industriales, elaborando proyectos de mejora del transporte, urbanismo y medio ambiente. Junto a esta sociedad, Metro Bilbao ha sido determinante para la metamorfosis del Gran Bilbao.
El plan estratégico de la rehabilitación de la Villa y los planes de desarrollo urbanístico han convertido la ciudad en modelo de referencia de otros países. El éxito se debe a la regeneración que ha tenido lugar durante los últimos años y la recuperación de numerosos suelos en zonas como Olabeaga y Zorrozaure, entre otros.
Tras su resurgimiento y transformación, Bilbao se ha convertido en una ciudad de referencia internacional del turismo comercial y de negocios y ha despertado el interés para ser sede de importantes eventos (congresos, ferias…), como los que se celebran en Bilbao Exhibition Centre (BEC!), en el Palacio de Congresos y de la Música Euskalduna, Museo Guggenheim Bilbao, Azkuna Zentroa, como grandes referentes.
La reconversión a la que se ha sometido el Botxo le ha llevado a conseguir numerosos galardones. Entre ellos, el I Premio Lee Kuan Yew World City Prize (2010), conocido como el premio Nobel de las ciudades, por su proceso de transformación.
Anoche comencé a darle a cada estrella un motivo por el cual te quiero tanto Bilbao. ¿Te cuento algo? Me faltaron estrellas.