
Carlos Sobera. El actor que no ceja
El Teatro Campos vacío es como una caja de bombones por dentro. Solo que guarda diálogos e interpretaciones en lugar de dulces. El telón tiembla de ganas de alzarse. En un camerino, con sus bombillas encendidas alrededor del espejo, aguarda un baracaldés del Athletic, que pudo ser abogado o catedrático,
