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El Hermano Pequeño del Guggenheim

Si uno viniese subiendo por Grand Avenue lo suficientemente abstraído o despistado y de pronto alzase la cabeza en el cruce con la 2nd St, podría llegar a pensar por un instante ¿pero qué hace aquí el Guggenheim? Inmediatamente después nos recompondríamos, sabiéndonos en Los Angeles (California), y poco nos costaría averiguar que nos hallamos ante el Walt Disney Concert Hall, el hermano menor del más emblemático museo bilbaíno.


El parecido, sobre todo desde el frontal izquierdo, es notable, pues ambas construcciones son obra del arquitecto canadiense Frank Gehry, y el efecto que ha producido en la ciudad es igualmente similar: se ha convertido en un ícono de la urbe, orgullo de cada uno de sus habitantes, que deslumbra por su metálica e informal belleza a todo al que a su lado pasa. El Walt Disney Concert Hall no alberga en su interior arte plástico o pictórico, no es museo, si no la sede de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles y forma parte del llamado Music Center, donde se realizan diversas representaciones musicales cada temporada.
Aunque fue inaugurado en el año 2003, de ahí el apelativo de ‘hermano chico’ del Guggenheim bilbaíno, la historia de este edificio arranca en 1987 cuando la esposa de Walt Disney dona cincuenta millones de dólares a la ciudad para construir un complejo que conmemorase la pasión por el arte de su difunto marido. Más tarde la familia del cineasta aportó otra donación de igual cuantía y el Condado de Los Angeles terminó de recaudar los fondos necesarios para culminar tan magna obra. El encargado de llevarla a cabo sería el afamado Frank Gehry que, en lo que los estadounidenses hacían la colecta y trazaban los pertinentes planes urbanísticos, llevaría previamente a cabo lo más imponente de su diseño haciendo realidad el museo de la capital vizcaína.
La luminosa instalación recubierta de placas de acero inoxidable que imita el casco de un barco, situada en pleno centro urbano sobre la colina de Bunker Hill, consta de un magnífico auditorio interno recubierto con madera de cuya acústica se encargo el experto japonés Yasushisa Toyota y dos anfiteatros exteriores. Para disfrutar del edificio en plenitud es aconsejable asistir a alguno de los conciertos que ofrece. Otra opción para conocer su historia, visitando el interior y los jardines, es hacer uno de los recorridos guiados que empiezan diariamente en el lobby principal.
Por cierto, los angelinos, en el exterior del edificio, no han colocado a un perro gigante hecho de flores, salvando la estridencia con una fuente de cerámica holandesa en forma de flor llamada “A rose for Lily” diseñada por el propio Gehry en memoria de la primera benefactora.

 

The small brother of Guggenheim

If we were absent-minded walking up through Grand Avenue and suddenly we raised our head at the crossing with 2nd Street, we could wonder for an moment, why is the guggenheim here? Immediately we would realize that we are in Los Angeles (California), and it wouldn’t be hard to find out that we are situated opposite the Walt Disney Concert Hall, the little brother of the most emblematic museum in Bilbao.
Both buildings are really similar, especially from the left frontal aspect, since both of them are designed by the Canadian architect Frank Gehry. The effect produced in the city is equally similar: it has become an icon of the town, the pride of each one of its inhabitants. It dazzles everyone who visits it with its metallic and informal beauty. The Walt Disney Concert Hall hasn’t got plastic or pictorial art inside; it is not a museum, but the headquarters of Los Angeles Philharmonic Orchestra. It is part of the Music Center, where different musical works are performed every season.
Though it was inaugurated in 2003  (that is why it was given the nickname “little brother of the Guggenheim of Bilbao”) the history of this building starts in 1987 when Walt Disney´s wife donated fifty million dollars to the city in order to build a complex that commemorated her late husband´s passion for the arts. Later on the filmmaker´s family contributed another similar donation and the County of Los Angeles finished collecting the necessary funds to realise such a great work. The person appointed to undertake the work was the famous Frank Gehry. While the Americans were collecting the funds and were drawing up the pertinent urban development plans, Frank Gehry carried out the most impressive of his designs, to create the museum of the Biscayan capital.
The luminous installation is covered with plates of stainless steel that imitate the hull of a ship. It is located in the center of the city on the Bunker Hill and it consists of a magnificent internal audience covered with wood and has two exterior amphitheatres. The expert Japanese Yasushisa Toyota took charge of the acoustics of the internal auditorium. The best way to enjoy your visit and the building would be to attend some of the many concerts performed there. Another option is to know its history by joining one of the tours that begin every day in the principal lobby, which includes the interior and the gardens.
By the way, the people of Los Angeles have not placed a giant dog made of flowers outside the building, although there is a Dutch ceramic flower, called “A Rose for Lilly” ,which is designed by Gehry in memory of the first sponsor.

Texto: Kike Suárez

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