PUNTA LUCERO

Cinco rutas por cimas y playas de la costa de Bizkaia

Con la llegada del verano, los senderistas seguimos ascendiendo a cumbres, pero agradecemos un buen chapuzón al terminar las caminatas. Por ese motivo, en este reportaje veraniego se proponen 5 rutas por la costa de Bizkaia que combinan pequeñas montañas con playas cercanas.

El monte Punta Lucero y la playa de La Arena

Comenzamos desde el oeste, subiendo a Punta Lucero (309 m), llamado históricamente Luzuero. Es una modesta cumbre cercana a su hermano mayor, el monte Serantes (452 m), que se eleva sobre el pueblo pesquero de Zierbena. Es muy accesible (también para niños) por su poca pendiente y excelente pista.

La ruta comienza en el barrio de La Cuesta (Zierbena), donde hay carteles que señalan el camino (GR-123, PR-BI-220). Pasamos junto a la farmacia y llegados a una verja de madera, la cruzamos y seguimos la amplia pista mientras vemos cómo asoman a nuestra derecha el puerto de Zierbena, el superpuerto de Bilbao y la Bahía de Bizkaia, con sus molinos eólicos y barcos metaneros que traen gas natural.

Siguiendo en todo momento las balizas y, a la par que atravesamos diversas construcciones de la Guerra Civil, llegamos a la cumbre (35 minutos). Las vistas son excelentes: la playa de La Arena, Cantabria, el Abra, la costa de Getxo…

También merece la pena curiosear por el entorno para ver varios cañones, búnkeres y nidos de ametralladoras, testigos de la mencionada guerra. Tras descender por la misma ruta, podemos darnos un baño en la cercana playa de La Arena.

 

La colina de Isertegi y la playa de Barrika

Más hacia el este, en el municipio de Barrika, se encuentra la colina de Isertegi (82 m), aunque hay que advertir que en verano el camino está cerrado a los senderistas para proteger las aves marinas que crían en esa época. Habrá que bordearla, pero no importa, pues las vistas serán aún mejores poco más allá.

Iniciamos la caminata en el aparcamiento de la playa de Barrika. En una campa ideal para el descanso, un cartel del GR-123 en dirección a Plentzia nos introduce en el sendero que se asoma intermitentemente a preciosas calas de piedra.

Poco después, un cartel de la Diputación de Bizkaia prohíbe el paso hacia Isertegi, así que continuamos por la pista de la derecha para llegar al final del camino, en la punta de San Valentín (35 minutos), donde disfrutaremos de un panorama extraordinario: la bahía de Plentzia, los pliegues del flysch de Gorliz y la punta Azkorriaga, próxima ruta de este reportaje.

Esta vez tenemos dos opciones para el baño: podemos seguir hacia la derecha hasta descender a la playa nudista de Muriola (10 minutos) o desandar el camino y bajar a la playa de Barrika, siempre tan bella como salvaje.

 

La punta de Uztrikotze y la playa de Astondo

Esta vez el objetivo no es una cima, aunque hay opción para subir al monte Ermua, sino un saliente rocoso, la punta de Uztrikotze (Gorliz), donde se encuentran las ruinas del fortín de Azkorriaga o El Castillito, como lo conoce la gente del lugar. La ruta se inicia en el aparcamiento de la playa de Astondo. Caminamos por el paseo que lleva al espigón hasta encontrar a la derecha un senderito balizado (GR-123 Armintza) que asciende por el bosque junto a las dunas fosilizadas de Astondo, un elemento geológico protegido. Nos elevamos a través del encinar y, en las zonas donde la ruta se despeja, contemplamos el mar, sus acantilados y nuestro destino, el saliente de Azkorriaga.

Comenzamos a descender y dejamos el GR en la parte baja para girar a la izquierda y llegar a las ruinas de El Castillito (30 minutos), un fortín del siglo XVIII que mantenía a raya a los navíos ingleses. La tranquilidad del lugar es inestimable, al igual que las vistas.

Tras disfrutar de este sitio tan coqueto, seguimos el GR que habíamos dejado atrás para conectar con la pista asfaltada que lleva al faro de Gorliz (izquierda) desde Astondo. Una vez en el faro, tenemos la opción de continuar hasta el monte Ermua (292 m), desde donde veremos la agreste isla de Billano.

Tanto si hemos ido al monte Ermua como si nos conformamos con el faro, el camino de vuelta consiste en seguir cómodamente la pista asfaltada hasta el aparcamiento de Astondo. A unos metros, la playa nos permitirá darnos un chapuzón relajante.

 

El monte Atxarre y la playa de Laida

El monte Atxarre (312 m), donde se sitúa la ermita de San Pedro, es uno de los miradores privilegiados de Urdaibai. Para ascender a esta conocida cima, el camino más sencillo parte del barrio de Allika, 500 m antes del más conocido barrio de Akorda (Ibarrangelu).

Hay que seguir las señales blancas y amarillas del PR-BI-161, primero por pinares y luego por el encinar cantábrico, cubierto de lianas de zarzaparrilla. Cuando el paisaje se abre, ya estamos en la cumbre (35 minutos), coronada por la ermita de San Pedro (siglo XV), lugar al que acudían los pescadores de Ibarrangelu para bendecir la sal, pues pensaban que protegía los barcos y, según dicen, también de las brujas que celebraban sus aquelarres en esta colina costera.

Las vistas son de 360 grados: la ría de Urdaibai, Mundaka, la isla de Izaro… todo un espectáculo paisajístico. Para descender, desandamos el camino. Después, tenemos la opción de darnos un baño en la playa de Laga o en la de Laida.

 

El monte Ogoño y la playa de Laga

El Ogoño (308 m), situado entre Elantxobe e Ibarrangelu, es como una muela calcárea que surge verticalmente del mar sobre la playa de Laga y es probablemente uno de los elementos más reconocibles del paisaje de Urdaibai. Realmente, se trata de un conjunto rocoso con dos cimas: Atxurkulu (308 m), un lugar algo peligroso, y Talaia (276 m), la punta más conocida.

La ruta habitual comienza junto al cementerio de Elantxobe, al que se accede por una carretera vecinal que parte desde el barrio de Lastauri (el acceso desde Elantxobe es exclusivo para los vecinos del pueblo). Tras dejar el vehículo en el aparcamiento del camposanto, hay que tomar un carretil que indica hacia Olaeta y seguir las indicaciones del PR-BI-165.

Discurriendo entre pinares y encinas, dejamos a nuestra derecha el acceso a la peña Atxurkulu y seguimos recto hasta llegar a la cima más vistosa, Talaia (35 minutos), llamada así porque era el lugar desde el que los vigilantes avistaban a grupos de ballena vasca y avisaban a los pescadores inmediatamente. Para descender, volvemos por el mismo camino y nos dirigimos a la cercana playa de Laga para refrescarnos, una de las más coquetas de nuestra provincia.

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