
Arantzan, zu!? ¿!En el espino, tú!?
Eran los tiempos de las guerras, entre Oñacinos y Gamboinos, año 1469 y aquí, se inicia nuestra historia. Un pastor encuentra entre los abundantes espinos de un abrupto barranco, la figura de una pequeña virgen con su niño, tallada sobre una piedra singular.





