Visitar este establecimiento es una experiencia fascinante. No solo por los sombreros que salpican sus paredes y sus románticos rincones. En este lugar encantado reina Carmen, la sombrerera-propietaria-hada madrina. Razón suficiente. Con su ‘tenue’ de lamé plateado y su elegancia natural guiará al cliente por el mundo del tocado: plumas, velos de plumeti, lazos, telas plisadas… y todo artesano. ¿Qué quieren que les diga? “Mamá me enseñó todo lo que sé” me dice Carmen, no sin cierta melancolía. Y sabe una barbaridad. Así pues, me indicó que no hacen sombreros para hombre, pues tenemos la cabeza menos lucida -y probablemente más rara, añado yo-. Hacer un tocado, un sombrero, un ‘bouquet’, es tema complicado, pero desde que empezaron su andadura en el Casco Viejo hasta hoy, la sabiduría y el buen gusto son herramientas que Carmen maneja con destreza. París, Barcelona… toda una vida haciendo que las mujeres (y los niños, vaya) que la encargan un tocado, puedan ejercer el sano deporte de epatar al resto de las invitadas a un ambigú. De bien hecho y de bonito. Bellos, bellos sombreros. Hacía tiempo que una conversación no me causaba tanto placer. Gracias Carmen. Que rabia no ser mujer… ¡Y no digamos niño!
C/ Colón de Larreátegui, 11 – 48001 Bilbao – Metro: Abando