El universo surreal de Hardibudi

El fotógrafo indonesio, Hardijanto Budiman, conocido artísticamente como “Hardibudi”, ha construido a lo largo de dos décadas un lenguaje visual único, donde la fotografía se convierte en metáfora, poesía e imaginación.

Nacido en Yakarta y, actualmente, residente en BSD City —un lugar que él mismo describe como “tranquilo y pacífico, perfecto para que las ideas fluyan”—, Hardibudi es un artista autodidacta que descubrió la fotografía a inicios de los años 2000. Desde niño, amaba dibujar y pintar, y esa inclinación natural hacia las artes visuales lo llevó a abrazar la cámara como el medio ideal para dar forma a sus pensamientos.

Su obra se mueve en un delicado equilibrio entre realidad y fantasía, con una fuerte influencia del surrealismo, explorando emociones humanas, recuerdos de infancia y preocupaciones universales como el medio ambiente. No es casual que muchas de sus fotografías vayan acompañadas de poemas. Para Hardibudi, la palabra y la imagen son dos caminos hacia un mismo destino: expresar lo más profundo de la imaginación y de la vida misma.

La obra de Hardijanto Budiman es un viaje entre mundos: la memoria y el presente, lo tangible y lo soñado, lo íntimo y lo universal. Sus fotografías no solo capturan imágenes, sino que construyen universos poéticos donde cada espectador encuentra un reflejo de sí mismo.

Reconocimientos internacionales

Con más de 300 premios obtenidos en festivales y certámenes de todo el mundo, Hardibudi ha consolidado su lugar en la fotografía contemporánea. Ha expuesto en ciudades como Miami, Múnich, Venecia, Tokio, Fráncfort, Shanghái y Siena, además de su natal Indonesia y, próximamente, en México. Sus imágenes han sido publicadas en medios de prestigio como Forbes, Vogue, DPReview, Pro Photo Daily y Photographize Magazine.

Entre sus galardones más destacados se encuentran:
• Creative Photographer of the Year, Siena International Photography Awards (2020)
• Finalista, Hasselblad Masters (2021)
• Gran Premio, American Photography Open (2021)
• Campeón Nacional, Sony World Photo Awards (2018, 2019, 2021)

Texto: Pedro Ajuriaguerra • Fotos: Hardijanto Burdiman

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Alma Roja:

El espíritu apasionado del flamenco cobra vida en una composición dominada por el color rojo. Con iluminación minimalista y un fuerte trabajo de posproducción, la imagen transmite intensidad, ritmo y energía visual.

Poema para hermanas:

Inspirada en las princesas de la era Joseon (1392–1897), esta serie mezcla tradición y contemporaneidad. Los vestidos de hanbok y la atmósfera palaciega se entrelazan con un aire surreal que honra la hermandad femenina y la elegancia intemporal.

Historia de películas de terror:

Rodada en un antiguo teatro de Yakarta, esta serie retrata las reacciones humanas frente al miedo en el cine. Los gestos exagerados, la tensión y la sombra dan vida a una metáfora sobre cómo el terror nos habita incluso cuando sabemos que es ficción.

Cierra los ojos y déjalo ir:

Una historia visual sobre la frustración, la pérdida y la necesidad de rendirse para liberarse. La metáfora de cerrar los ojos y soltar nos habla de resiliencia y de la fuerza que surge en la aceptación.

Busca y encontrarás:

Inspirada en la infancia del artista, esta obra transforma el juego del escondite en un símbolo de búsqueda y descubrimiento. Un homenaje a la curiosidad y a la imaginación infantil que nunca debería desaparecer.

Club de ping-pong:

Uno de los deportes favoritos de Hardibudi se transforma en un espectáculo surreal. Los jugadores, con cascos inspirados en Daft Punk, convierten el juego en una metáfora futurista donde identidad, disciplina y fantasía se cruzan en una misma mesa.

Cuando el juego termina:

Un ensayo visual sobre la derrota y la resiliencia. Algunos personajes se levantan, otros caen. La imagen se convierte en reflejo de la contradicción: entre victoria y fracaso, fuerza y vulnerabilidad.

Bianco:

¿Qué sucede en un mundo sin color? Esta serie imagina una realidad monocroma donde la vida pierde sus matices y todo se convierte en sombra de lo posible. Bianco es una metáfora sobre la monotonía y la necesidad de recuperar la vitalidad de la existencia.

Legado para los niños del futuro:

La preocupación ambiental de Hardibudi encuentra forma en esta serie que denuncia la crisis del plástico. Botellas y desechos aparecen como símbolos de un legado oscuro que amenaza la biodiversidad y los ecosistemas que heredarán las próximas generaciones.

El juego termina, pero la vida sigue:

La mente humana como un parque de juegos. Incluso después de la derrota, persisten la creatividad, la imaginación y la capacidad de reinventarse. Una serie que difumina los límites entre lo real y lo fantástico.