El Lointek Gernika no solo se ha asentado en la élite del baloncesto femenino, lleva dos años compitiendo en Europa y ha impulsado una labor de cantera que es un ejemplo para toda España.
El baloncesto ha obligado a Gernika a dividir su corazón. El cariño del pueblo, de tan solo 16.000 habitantes, ya no solo pertenece a su histórico árbol, que simboliza las libertades tradicionales de los vizcaínos, ese roble que recogió el testigo del que se mantuvo en pie tras el bombardeo de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana en abril de 1937, con una lluvia de 1.300 kilos de bombas según las fuentes más moderadas, 40.000 según otras. El equipo femenino de baloncesto ha calado de tal manera que no hay nadie que no admire las gestas de este club que desde la humildad ha logrado lanzarse hasta un coliderato de la Liga Dia que ha ostentado hace tres meses codo con codo con el todopoderoso Perfumerías. Los sueños han encontrado sede en Maloste. El lema elegido para esta campaña no puede ser más ilustrativo: “No es magia, es ilusión”.
Fundado en 1996 de la unión de Gernika Saski-Baloi e IB Gernika, el actual club ascendió a la Liga Femenina 2 en 2011 y ahora afronta su quinta aventura en la élite. Todo con enorme esfuerzo. “Es la consecuencia de un trabajo como el de las hormiguitas, año a año mejorando. El culpable de todo esto es Mario López, uno de los mejores entrenadores que ha dado este país en su historia”, entiende el presidente, Gerardo Candina. No se limitan a dar pasos firmes hacia la cúspide, a la nobleza del baloncesto español y europeo; su esfuerzo prioritario se ciñe a trabajar con la base, a contar con un amplio rosario de chavalas de la provincia. El club tiene ocho equipos de base, más los que controla en los colegios, para un total de 30 formaciones, lo que hace que unas mil personas estén moviéndose en torno al baloncesto femenino en el pueblo. Hay doce directivos “entre padres entusiastas, compañeros, exjugadoras, exentrenadores… locos por esto a lo que dedicamos tiempo y a veces dinero”, refrenda el máximo mandatario.
“Hace ocho años estábamos en Primera Nacional. Yo tenía un sueño: ver a esas jugadoras competir arriba, asistir al crecimiento del club y entrenar en la Liga Femenina. Si logras colmar tus sueños en casa… ¡A poco más puedes aspirar! Lo hemos conseguido. Subir más se me antoja difícil”, refrenda Mario López, seleccionador nacional en categorías de base y quien pone rostro a este éxito.
El año pasado, el Gernika dio un paso más. De la mano de la empresa Lointek, dedicada a la ingeniería y a las técnicas de montaje, decidió emprender la aventura continental en la Eurocup. Tras la toma de contacto del curso pasado, entró en la actual edición con toda la ambición del mundo. Avanzó en la primera fase y se ilusionó con avanzar lejos, pero se topó con el Galatasaray, un rival de cuidado, el vigente campeón. Una noche mágica en Maloste permitió alcanzar una ventaja espectacular de 15 puntos, y la vuelta en el infierno del Ahmet Comert Sports Hall de Estambul aplastó a las vizcaínas, aunque tuvieron una opción postrera de superar el cruce. Era un hito que solo de pensarlo daba vértigo. Todo comenzó con una gran previa y la racha abarcó el liderato en la primera jornada liguera, en el Open Day de Torrejón, con la disputa de todos los partidos del fin de semana en sede única.
“Estoy muy contento con la trayectoria en la Eurocup. En nuestro segundo año en la competición, hemos pasado ese primer corte contra el Namur para después enfrentarnos al campeón portugués, Uni Gyor y Girona, y poner contra las cuerdas al actual campeón. Es un pasito más para el baloncesto vizcaíno y para el Gernika. Esperemos que esta vivencia nos sirva de experiencia de cara a futuros compromisos”, resume Mario López.
Hay una visión más sobre esa aventura europea, similar, aportada por una de sus chicas. “Íbamos con una ventaja grande y salimos un poco desconcentradas. Un 10-0 nos hizo ir a remolque, lo tuvimos ahí pero fue una pena. De todos modos, estamos contentas por lo hecho, fue un buen trabajo”. La que habla es Itziar Ariztimuño, la única vizcaína del equipo. Fraguada en la prolífica cantera del Loiola Indautxu, el presidente del Gernika le echó el ojo en infantiles y no paró hasta convencerla de que fuera a su club. “Me lo han dicho varias veces, no lo sabía, es un orgullo. Desde pequeña amas el baloncesto, no piensas en llegar a este nivel profesional”, explica entre sonrisas desbordando simpatía una chavala que cumplió 20 años en noviembre y ya lleva tres con las mejores. “Si me lo dicen, no lo hubiese creído. Mario me dio la oportunidad de jugar a este nivel. En tres años me ha enseñado lo que sé de esta Liga, me ha ayudado a caminar, a mejorar y a ver el juego más calmada”. De ella dicen los que mejor la conocen que es humilde, jamás despega los pies del suelo. Eso le enseñó su padre Iñaki, fallecido, al que no le gustaba el baloncesto, pero por su hija se hizo un loco de la canasta. “Me queda mucha carrera, tengo que trabajar una barbaridad, no olvidar lo que soy y de dónde vengo”. A su lado hay otras figuras interesantes. Naiara Díaz, por ejemplo, es una leyenda en el equipo, la líder en este crecimiento. Ana Hormaetxe, teniente de alcalde, definió hace meses a las jugadoras del Lointek como “embajadoras de Gernika”. En verano llegaron Luci Pascua, Berezhynska y Mazyonite, con mucho recorrido internacional que está ayudando a pasar los tragos complicados. La última en fichar, a principios del presenta año, es Rachel Banhan, un rápido recambio para Blake Dietrick. El pedigrí de la recién llegada es enorme: nacida en Minneapolis y formada en la Universidad de Minnesota, esta jugadora de 1,75 metros es la octava en la clasificación de puntos anotados en la historia de la NCAA con 3.093, un promedio de 21,3. En su último curso con Golden Gophers acabó con 28,6 puntos por partido y casi un 40% de acierto en triples. Esa misma temporada firmó un encuentro de 60 puntos, otro de 52 y otro de 48 y a lo largo de su carrera llegó a la veintena en más de la mitad de los encuentros que disputó. Estas virtudes le valieron para ser elegida en el número 4 del draft de la WNBA por las Connecticut Sun. En Gernika vive su primera experiencia europea.
Así que el Gernika ya no es solo un vivero de jugadoras anónimas en busca del escaparate de la relevancia nacional. “Este club tiene el perfil de los equipos por los que me he movido siempre. No he estado en candidatos a títulos, sino con vestuarios muy trabajadores, que dan guerra”, destaca la internacional Luci Pascua, la que dio ese salto cualitativo y mediático. “¡Luci ha estado en tres Juegos Olímpicos y tiene una medalla! ¿Tú sabes lo que nos aporta en experiencia? Es una persona maravillosa”, se relame Ariztimuño. Esta fue nombrada mejor deportista vizcaína para la prensa deportiva de la provincia. “Es una responsabilidad añadida ser la única de aquí en el equipo. Me impacta un poco, pero trato de no pararme a pensarlo mucho”, agrega la base bilbaína, que se proclamó campeona de Europa el verano pasado con la selección española Sub-20 en Sopron (Hungría). (“¡Convivir con esa gente es una pasada!”, exclama espontánea). La vida le ha ido sonriendo a Itzi y la campaña pasada entró en el quinteto ideal de la Liga tras un gran partido ante el Cadi La Seu: “Cuando me lo dijeron no sabía ni lo que era eso. Me hizo muy feliz, fue al final de temporada y era un logro que no me esperaba. Estoy muy agradecida a todos los que me ayudaron a alcanzar ese logro”. Para ella solo el hecho de enfrentarse a estrellas mundiales como Laia Palau o Nuria Martínez, al gobierno del Girona, ya es un máster; “las tenía delante y ni me lo creía”.
Pero el club no se para a festejar ese crecimiento imparable. Y aunque recientemente fueron eliminadas de la Copa de la Reina en semifinales, el siguiente paso es ir profesionalizando diversas áreas. Siguen una corriente global, ya que el baloncesto femenino empieza a repuntar en España. “En general se van dando pasos en la buena dirección, la Federación Española y las Autonómicas lo están haciendo muy bien para que esto avance. La empresa Dia ha entrado como patrocinadora y hay muchas jugadoras que se plantean prolongar su carrera en España y no salir de aquí”, finaliza Gerardo Candina, el hombre que ha relanzado mediáticamente a este espejo de los humildes.
Texto: Nica Cuenca • Fotos: Borja Guerrero, Txebi Arriaga y Juan Flor
