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Iñaki Dorronsoro

Llega a los cines Plan de fuga, un thriller enmarcado, a su vez, dentro del subgénero de atracos bancarios rodado a medio camino entre Bilbao y Madrid. Su responsable no es otro que Iñaki Dorronsoro (Vitoria-Gasteiz, 1969), que además de ponerse detrás de la cámara, firma el libreto. Repasamos junto al vitoriano su trayectoria en cine y televisión. Tu debut como director y guionista se remonta hasta 1993, cuando rodaste el thriller El ojo del fotógrafo en formato mediometraje con apenas 24 años a tus espaldas. ¿Cómo recuerdas aquel trabajo?

Con mucha ilusión. Era la primera vez que trabajaba en cine con un equipo profesional, hasta entonces habían sido pequeños trabajos en vídeo y, de pronto, disponíamos de una cámara de 35mm, un travelling, una pequeña grúa… Nuestros medios eran precarios comparados con cualquier producción comercial, pero a mí me parecía un sueño.

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Después estarías trece años sin dirigir cine, ¿a qué se dedica Iñaki Dorronsoro cuando no está tras una cámara?

Un año en Canal+, siete en TVE y el resto escribiendo. Mi primer trabajo en Madrid fue hacer making-of, pequeños documentales sobre el rodaje de una película. Después entré en el equipo de Versión Española, el programa de cine de La 2. Permanecí allí hasta que comenzó la producción de mi primera película.

La que llegaría en 2006, La distancia, donde ya te metías de lleno en el cine negro: boxeo, cárcel, atracos, policías corruptos… ¿Es tu género predilecto?

Sí para escribir, no forzosamente para ver. Me encanta la comedia, el western, el musical… Pero hay géneros a los que me daría miedo enfrentarme. Siento admiración por la versatilidad de algunos guionistas, yo me muevo en un terreno más reducido, drama y, desde luego, suspense, que la mayoría de las veces es una historia dramática con elementos de intriga para entretener al espectador.

Una década después se estrena en las salas Plan de fuga, donde tenemos a Luis Tosar inmiscuido de nuevo en una película de atracos tras Cien años de perdón, aunque esta vez no será uno de los atracadores, sino el encargado de pillarlos. ¿Con qué se encontrarán los espectadores cuando vayan a verla?

En su globalidad, espero que con algo entretenido. Con respecto a Luis, verán a uno de los mejores actores que hemos tenido nunca.

También nos encontramos con Javier Gutiérrez, Alain Hernández, Alba Galocha… en el reparto, ¿cómo ha sido la labor de casting?

El reparto se planteó de una forma parecida a mi primera película. En aquella ocasión encontramos a dos actores prácticamente desconocidos para los papeles protagonistas, Miguel Ángel Silvestre y Belén López. Nos parecieron la mejor opción, pero decidimos rodearles de otros intérpretes con mucha experiencia para compensar esa situación novel. Trabajaron con Federico Luppi, José Coronado y Lluis Homar. La fórmula fue muy satisfactoria. Sin pretenderlo, hemos repetido la estructura. Alain y Alba son dos actores excelentes pero, de momento, sin una extensa filmografía. Tosar y Gutiérrez, dos de las mayores bestias interpretativas que he visto nunca. Creo que entonces fue una buena mezcla, y creo que también lo ha sido ahora.

La película ha sido rodada durante ocho semanas entre Bilbao y Madrid. ¿Qué localizaciones podremos ver de la capital vizcaína?

La principal, el edificio de la diputación en los Jardines de Albia. Allí simulamos el exterior de nuestro decorado más importante, el banco. Rodamos embotellamientos y persecuciones en las calles cercanas. Otra muy reconocible es el Hospital de Cruces. Una de las más bonitas fue el interior del palacio de Olabarri y quizá la mas curiosa un almacén con todo tipo de vehículos antiguos en la rivera de Zorrozaurre. Para una de las escenas finales, situada en el campo, nos desplazamos a la presa de Arantzille, cerca de Galdakao.

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Todo lo que has dirigido lo has hecho bajo tu propio guion. ¿Te gusta ser autor completo o estás abierto también a encargos?

En este negocio hay muy poca gente que hace lo que quiere, la mayoría hacemos buenamente lo que podemos. Estoy abierto a cualquier propuesta. No podría ser de otra manera.

Muchos han sido los filmes construidos alrededor de un atraco, ¿qué influencias encontramos en tu obra?

Imagino que muchas, ver cine es algo que he hecho siempre. Si tuviera que citar alguna, sería Rififi. Creo que Plan de fuga tiene una estructura muy distinta, pero lo que me encanta de la película de Dassin es su equilibrio entre el policiaco puro y la intensidad de sus personajes. Pocas veces un atraco se ha contado mejor y con mayor carga dramática. Combinar estos dos elementos, sacar al cine de suspense de esa levedad en la que se instala algunas veces, no es nada fácil.

¿Crees que la película ganará puntos entre nuestro público ahora que las entidades bancarias gozan de tan poca popularidad?

No tengo ni idea. Es cierto que las películas con ladrón de guante blanco, robo con estrategia a una entidad bancaria o a los diamantes que se guardan en una sofisticada caja fuerte, siempre han sido vistas con satisfacción por parte del espectador. Son asaltos al poder y, en una época en la que el poder nos asalta con frecuencia, el delincuente se transforma en el héroe. Son paradojas y, cuando escribes una película de este tipo, las tienes en cuenta. Pero yo no he intentado hacer un retrato social o político.

Tú que has vivido con distancia el mundo cinematográfico en las tres últimas décadas, ¿está mejor o peor que antes?

Hay un momento en El padrino que un personaje dice: “La juventud se ha vuelto loca”, y Coppola comentaba en un documental que es una frase que siempre funciona. Casi todos estamos más cercanos a las fórmulas y maneras de nuestra juventud. En mi caso vivía el cine con más intensidad, me formaba con él. Es difícil que algo supere esa época. También creo que siempre se hacen buenas películas. ¿Distintas? Hace treinta años era impensable que el cine español pudiera tener los presupuestos de hoy en día, la taquilla de hoy en día y esto es fundamental en una industria. También creo hay tipos de películas que no abundan tanto como hace unos años. No tengo clara la respuesta de la industria de hoy en día a guiones como Arrebato, Los santos inocentes o El espíritu de la colmena. Puede que sea nostalgia.

Esperamos no tener que esperar otra década para ver una obra tuya, ¿tienes ya algo entre manos?

Siempre. Encontrar algo que le guste al mercado, es otra cosa. Espero acertar.

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Texto: Jesús Casañas • Fotos: Warner Bros Pictures

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