BAO LOGO OK 2 e1391622790962
Entrada 2

Formas extrañas y curiosas de los hongos

Normalmente la gente cuando oye hablar de setas se imagina la típica forma
con sombrero y pie, comestible o venenosa.
Esto es así en muchos casos, pero hay innumerables formas que ni nos imaginamos que son setas.

Así, nos encontramos con formas filamentosas de muchos colores diferentes, formas de coliflor, de estrella, de nidos de pájaros, de pulpo, con formas fálicas, de colmena, de silla de montar, botones de diferentes colores, etc. Es todo un mundo de formas y colores que recomiendo a todo amante de la naturaleza, sobre todo si es aficionado a la fotografía. Descubrirá un mundo desconocido para la mayoría y verá las setas de una forma diferente a la del típico setero micófago y le servirá, sobre todo, para disfrutar de sus paseos por el monte aunque no encuentre setas comestibles.

Es curioso como estas formas extrañas de setas utilizan estrategias muy diferentes para su reproducción, para perpetuar la especie que es lo que buscan todos los seres vivos. Lo normal en las setas con sombrerillo es que las esporas estén en la parte inferior del sombrero, láminas, poros o aguijones y cuando maduran caen al suelo por su propio peso, las esporas al ser muy ligeras son desplazadas por el viento yendo a colonizar otros, lugares que en caso de ser propicios a la especie formaran nuevos hongos. Dentro de los hongos extraños (llamémoslos así) tenemos diversas estrategias, en el caso de los Lycoperdones (pedos de lobo), Geastrum (estrellas de tierra) y afines, se forman las esporas en un saco y cuando maduran una simple gota de agua o cualquier animal que la pise provocará que se rompa el saco y lance al aire miles de esporas. Hay otra especies como los Cyathus (nidos de pájaro) que cuando maduran una gota de agua provoca que salga disparada hasta dos metros de alta una especie de huevo (donde están las esporas) que tiene una cuerda detrás y que hará que se enrolle en cualquier planta de alrededor y que cuando un animal se coma esa hierba, pase por su intestino y al expulsarlas germinarán en otras zonas. Otra estrategia diferente es la de los Phallales (las que tienen formas de falos, pulpos, etc.), estas emiten un olor nauseabundo de forma que los insectos, sobre todo moscas acuden al olor y se llevan en las patas las
esporas que están dentro de una masa gelatinosa en el exterior del hongo propagándolas por todas partes.

Por otro lado, hay unos hongos muy curiosos del género Ophiocordyceps que parasitan insectos, hormigas, lepidopteros, arácnidos, etc., en nuestra zona tenemos el Ophiocordiceps militaris que parasita las orugas de la procesionaria cuando se entierran invadiendo el micelio del hongo reemplazando los tejidos del huesped
exterminándolo emergiendo a continuación el hongo del cuerpo de la oruga petrificada.

Y un caso extraordinario de especialización es el Ophiocordyceps unilateralis que es un hongo tropical que parasita un tipo de hormigas. Este hongo modifica la conducta de las hormigas que infecta, de alguna forma que desconocemos hace que la hormiga suba a una cierta altura, se coloque en el envés de una hoja enganchándose con las mandíbulas produciéndose a continuación la eclosión del hongo cuyo micelio invade la hormiga pegándola a la hoja y dejándola petrificada. El hongo eclosionado esta provisto de una bolsa de esporas que soltará normalmente cerca del hormiguero y a una cierta altura para poder infectar a otras hormigas. Se cree que el hongo produce sustancias que intervienen de alguna forma el sistema nervioso de la hormiga cambiando su comportamiento, pero se desconoce como dirige a la hormiga donde le conviene al hongo.

Los hongos los podemos encontrar en cualquier parte del mundo y los micólogos no se ponen de acuerdo en el número de especies que existen, probablemente decenas de miles, centenas de miles o quizás millones. Continuamente se están descubriendo nuevas especies, ahora con más facilidad porque en la era de internet estamos todos comunicados y es más fácil intercambiar conocimientos, bibliografía, artículos científicos, etc. Otra herramienta importante son los análisis de ADN que se utilizan ahora siempre que se describe una especie nueva y que minimiza los errores de identificación que había hace unos años.

[contentrow style=»border»]

Plácido Iglesias
Durangués de 64 años, dedicado a esta afición desde los 23. Fundador y presidente durante 16 años de la Agrupación micológica Errotari. Actualmente vicepresidente.

Autor de dos libros de Setas del Parque Natural de Urkiola y uno de Setas del Parque Natural de Valderejo. Coautor con otros compañeros de Errotari de seis libros de Setas del Duranguesado y uno de Setas del País Vasco, editado por el grupo El Correo.

Ha descubierto y publicado con otros compañeros de Errotari seis especies nuevas para la ciencia publicadas en la Revista de Micología Errotari.

Autor de artículos de micología en diversas revistas especializadas. Ha recibido diversos premios en concursos de fotografía micológica.

[/contentrow]

Texto y fotos: Plácido Iglesias

Scroll al inicio