Usted lo ha visto. Es un tipo alto, más de uno noventa, anguloso, coronado con una cresta indomable de pelo casi blanco. Camina tieso, a grandes trancos, balanceando los brazos. Puede ir mirando al horizonte o haciendo sonar una trompeta imaginaria.
Viste de azul y amarillo. O de verde y rojo. O blanco y naranja. En primavera a otoño, usa bermudas. Pasea rápido por el centro de Bilbao. Disfruta del Parque de Doña Casilda. De Abandoibarra. De Olabeaga. A menudo, junto a su pareja y la hija de ambos. Si le conoce y no le saluda, no lo eche en cuenta: está pensando. Quizá un nuevo ángulo, un nuevo elemento, una composición diferente luchan por materializarse en su imaginación. Es Asier Sanz, artista gráfico. Bilbaíno. Y multipremiado.
“Mi trabajo es mi pasión. Creo que, cuando tu trabajo es tu pasión, todo fluye de manera más natural”, explica Asier Sanz (Bilbao, 1969).
Aquello de la bohemia y las musas no se cumple en el caso de este creador. Es un profesional consagrado a su trabajo. Casi de manera espartana. “Dedico gran parte del día y de la noche a dibujar porque me gano la vida con ello. Me apasiona y da significado a mi vida. Durante el día hago los encargos y colaboraciones que tengo que entregar. Y a la noche, una vez que a la tarde he estado jugando con mi hija de cinco años y mi esposa haciendo familia, regreso a mi estudio y lo convierto en un I+D. Exploro, experimento con materiales”, relata. Inspiración y transpiración. Disciplina y persistencia.
Pero hay más. “Tengo la necesidad de seguir aprendiendo. Ahora, lo que más me gusta de mi trabajo es llegar a conceptos y hacerlos masa; es decir, bajar una idea de la cabeza y hacerla real a través de un boceto y ver el milagro de que funciona”. Al final, un creador siempre es Prometeo. Siempre sueña con que lo que genera cobre volumen, forma y camine por sí mismo. Que viva.
Asier lleva cerca de tres décadas publicando las viñetas sobre los partidos del Athletic en el diario Deia. Además, desde 1988, ha colaborado, solo o acompañado, en Diario 16, El Jueves, Diario Metro, 20 Minutos, Bilbao, TVE o ETB entre otros medios. Como es natural, su estilo ha evolucionado. En la etapa más reciente, sus caricaturas se caracterizan por trazos geométricos y colores planos.
Caricaturas cubistas
“Empecé a hacer caricaturas cubistas-pop porque busco crecer, evolucionar; el estancamiento genera aburrimiento. No es lo que hacemos sino en lo que al hacer nos convertimos. Y no deseo ser una persona aburrida, sino estar cada vez más vivo y curioso. Busco evolucionar todo lo que pueda hasta ser mi mejor versión. Así que empecé a experimentar”, detalla.
“Soy un gran amante del arte y aprendo mucho de los grandes maestros. Picasso es mi superhéroe favorito. Mi objetivo con este estilo es explorar las posibilidades del cubismo y el color y llegar al suprematismo, es decir, a convertirlo todo en formas geométricas puras, llegar a esta abstracción y que la caricatura se siga pareciendo al personaje, que es lo difícil. Ir de Picasso a Malévich”, aseguro. De Picasso a Malévich, un interesante trayecto.
“Sé que, con el tiempo, iré desarrollando trabajos más abstractos y conceptuales. El realismo me aburre, me satura. Me gustan los artistas que tienen una mirada sobre el mundo, que se separan un poco”, confiesa.
Últimamente, Asier ha triunfado en varios concursos internacionales con unas propuestas que consisten en singulares caricaturas-collage compuestas con elementos cotidianos. A menudo, alimentos.
Collages
“Empecé a realizar collages hace tres años jugando en los desayunos con mi hija; con galletas, almendras, avena, kiwis, gajos de naranja…Creábamos monstruitos. Pero un día vi un plátano en la cesta de la cocina y observé que se parecía al peinado de Trump. Luego pensé que, si le añadía mortadela para completar su cara, tal vez se parecería al personaje. Se lo enseñé a mi esposa terminado y me dijo que era genial. Lo publiqué al día siguiente en 20Minutos y en un en tres días se hizo viral mundialmente. Y así empezó este camino del collage: como un juego y sin más intención que pasármelo bien. Me di el permiso de equivocarme y explorar. Y encontré un tesoro”, afirma.
Ese plátano, la mortadela o los kiwis han alimentado un proceso. También a un niño de casi dos metros. “El arte del collage le ha dado alas a mi niño interior. Los collages son un montaje, una mentira que busca la verdad. Con los collages-caricaturas lo que intento es crear una metáfora en el que cada material que utilizo tiene una intención en la forma y en el fondo. Mi reto es siempre llegar a la máxima síntesis. Con estos collages trato de no andar por las ramas e ir directamente a la raíz: expresar la esencia del personaje”, añade.
¿Qué estará imaginando basado en esa rejilla que no llama la atención de casi nadie?. Lo dicho, si se cruza con él, salúdelo. Es Asier Sanz.
Listado de premios y distinciones
– Premio del Público en el 58th International Cartoon Contest Golden Hat 2019 Knokke- Heist (Bélgica)
– Primer Premio del 23º Concurso de Humor Gráfico Curuxa de Humor de Fene 2019
– Primer Premio de caricatura del 11º Salão Medplan de Humor 2019 (Brasil)
– Villano de Honor de Bilbao 2019
– Premio Berri Onak Sariak 2018
– Portada de Donald Trump elegida como la portada del libro de las mejores portadas del mundo que se han publicado sobre Trump y que se recoge en el libro “Fake Views? The Donald Trump Book Covers” escrito por Ben Arogundade. Se hizo viralmente mundial y estuvo expuesta en el Design Museum of London (2018)
– Primer Premio del 7º Concurso de Humor Gráfico GIN del Instituto Quevedo del Humor 2017
– Primer Premio de caricatura “Luigi Mari” en la 29 Biennale Internazionale dell´Umorismo nell´Arte 2017 (Italia)
– Premio del Publico 29 Biennale Internazionale dell´Umorismo nell´Arte 2017 (Italia)
– Primer Premio del VI Concurs Internacional d´Humor Graphic Caragoler 2013 (Asier y Javier)
– Tercer Premio en el Concurso Internacional Joven y Brillante J&B 1998
Texto: Javier Gamboa • Fotos: Pedro Ajuriaguerra
