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Aritz Aranburu

“A Slater le tenía en póster, el día que le gané…” Empezó a coger olas con tres años. Era un niño movido y a sus padres les venía de perlas relajarle en el agua. Hoy es el mejor surfista nacional de todos los tiempos.

El zarautztarra Aritz Aranburu ha regresado al circuito mundial, en el que ya participó en 2008 y 2009. Está entre los 32 mejores del planeta. Un día le ganó una ronda a Kelly Slater, el mejor de la historia.

Ha regresado a la élite del surf. ¿Cómo se ve de nuevo en el World Championship Tour?

Es mucho más elitista que entonces. Antes éramos 45 surfistas y ahora se ha reducido a 32. Es pura competición, un nivel más alto. Estar ahí es muy fuerte. Dependemos mucho del medio natural y luego está el acierto. La experiencia te da mayor seguridad.

Le cogemos recién llegado de Fiji, donde cayó en segunda ronda. ¿Qué conclusiones saca después de haber llegado casi al ecuador de Campeonato?

En realidad, tengo un par de resultados que no son nada del otro mundo, pero creo que claramente voy a ir a más. Me estoy encontrando a gusto. Me va a tocar en los próximos campeonatos hacer algo importante, lo noto.

Ha aprovechado para desconectar en la selva, sin móvil. Además de ejercer la profesión que le gusta, conoce sitios fantásticos.

Me gusta mucho el surf, me apasiona la competición, pero hay que tener en cuenta que nos acompaña mucho jaleo con la prensa, los fans… Hay poco tiempo para relajarse y disfrutar. Cuando salgo de casa, aprovecho para conocer otras culturas, otra gente. Coger una ola en un sitio solitario es la bomba. El surf es mi hobby, pero hay más cosas en la vida. Disfruto mucho de la oportunidad que tengo por viajar tanto.

Descansa en su Zarautz natal. ¿Ya pisa la playa esos días?

Siempre que haya olas, allí estoy con mi gente. Zarautz también tiene sus olitas divertidas. Me encanta compartirlas con mis amigos.

Con la crisis que está cayendo, será difícil aguantar en la élite. ¿Qué presupuesto tiene su temporada?

He tenido la suerte de contar con un sponsor muy fiel, Quicksilver, desde los 14 años. Llevo más de media vida con ellos, siempre han confiado en mi proyecto. Pero también entran a ayudar firmas ajenas a mi deporte, como Volkswagen. Depende de los viajes, pero mi temporada cuesta en torno a 40.000 euros.

¿Cuál es la mejor ola que ha cogido?

Cada ola es diferente, no hay dos iguales. Hay días que conectas más con el mar. A mí me apasiona la de Tahití, la de Teahuppo. No es de las más grandes, seis metros, pero sí es peligrosa.

¿Y el día que ha sentido más miedo?

Hay olas grandes en las que te metes debajo y no sabes cuándo vas a salir. En realidad, el peligro es el coral vivo, que corta al mínimo roce y te infecta. Es una pena que Mundaka no esté en el circuito y que lo más cercano para ir a verle sea Las Landas. ¿Es por la irregularidad de su ola? Es que el circuito es muy exigente. La ola de Mundaka es fantástica, pero se pide que haya repeticiones cuatro días seguidos. Se ha hecho allí en septiembre, quizás no en la mejor fecha. La pena es que no hubo condiciones.

¿Qué me dice de Kelly Slater? Tiene once títulos mundiales y con 42 años es tercero. ¿Es el surfista perfecto?

Desde pequeñito ha sido mi ídolo. Nunca ha habido nadie mejor. Creo que no sólo en surf, está entre los mejores deportistas de la historia. Tiene 42 años y el récord del título mundial más joven (20 años) y el más viejo (39). Cuando compito contra él es cuando más gozo. En ese momento, me doy cuenta de lo que he conseguido.

Le ganó una ronda en Tahití. ¿Quizás sea su mejor recuerdo en el agua?

Tuve mi mejor día y se alinearon los astros. Yo a Kelly le tenía en los pósters y medirte a él… Es un gran recuerdo. Ahí te das cuenta de dónde estás, de lo que has llegado a conseguir.

Va líder el brasileño Gabriel Medina con 21 años. ¡Qué pasada de talento! ¿Cómo soporta la presión?

Yo no creo mucho en el talento, sino en el trabajo. Lleva desde los 14 o 15 años dándole fuerte. Ha evolucionado muchísimo. A ver si aguanta el primero.

¿Cuál es la mejor virtud de Aritz Aranburu en el agua?

Soy muy peleón. Me dan igual las condiciones, adversas o no. Siempre intento sacar lo mejor de mí, no rendirme. Me gusta ponerme metas altas, apretar…

Sólo hay tres europeos y dos europeas en el Mundial. ¿Hay tanta diferencia de nivel?

Es un tema de falta de estructura, algo que no pasa en Hawai, Australia, Estados Unidos… Pero ya no hay excusas, ya es momento de dar el salto.

En Australia, el surf es una asignatura en los colegios.

Empiezan desde muy jóvenes y llega un momento en que les dicen: cricket o surf. Y van a la playa dos veces a la semana, haga como haga. Es un deporte gigante para ellos.

¿Hay relevo en el surf vasco?

Hay chavales muy buenos, pero hay que apoyarles. Sucede también en el resto de España, el trabajo amateur está bien, pero hay que potenciar el último paso. El surf ya no es una moda, es una realidad.

Es una pena que, a diferencia de otros deportes de agua, no sea olímpico.

Es que dependemos del entorno natural, siempre miramos al mar. Y depender del horario para las retransmisiones… Quizás el futuro pase por las piscinas artificiales. A diez kilómetros de Zarautz tenemos la Wave Garden, quizás la mejor instalación del mundo.

Colabora con la ONG Kind Surf, se le ha visto dando clases a los niños autistas. ¡Qué satisfacción!

Es una felicidad participar en esta labor, inspirada por mi pareja, Almudena Fernández. Yo aprendo muchísimo de ellos, no son tan débiles como parece. ¡Cómo se concentran!

¿Se dedicará a otra cosa cuando deje el profesionalismo?

No me veo fuera del surf, lo llevo muy dentro. Desde luego, no espere verme en una oficina en Madrid.

 

Texto: Nika Cuenca

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